Guerra en Ucrania

Chernígov, la otra ciudad sitiada y atacada sin descanso por Rusia

El alcalde asegura que la situación humanitaria es “catastrófica” y advierte que medicinas y alimentos podrían acabarse en una semana

Los habitantes de esta ciudad ucraniana sufren como Mariúpol el asedio constante de los bombardeos y llevan semanas sin agua, luz y calefacción

Un grupo de vecinos de Chernígov asisten a un funeral de personas fallecidas como consecuencia de los bombardeos rusos. / NATALIIA DUBROVSKA / EFE

A diferencia de muchos de sus compatriotas, que no se creyeron que Rusia lanzaría una invasión a gran escala sobre Ucrania, Volodímir Dunai la estaba esperando. “Aquí hay un choque entre dos modelos: autocracia en Moscú y democracia en Kiev. El Kremlin no iba a aceptar quedarse sin Ucrania. Ya vimos lo que pasó en Crimea y el Donbás y sabíamos que pasaría en otros lugares. La única pregunta era cuándo”, afirma desde un hotel de la capital ucraniana. Esa suerte de realismo geopolítico, que ha acabado dándole la razón, le ayudó a prepararse mentalmente para lo que estaba por venir. Pero no quiso marcharse de Chernígov antes de que el vendaval empezara a rugir. Aguantó durante tres semanas escondido en una habitación sin ventanas, bajo bombardeos constantes y sin agua, electricidad o calefacción en toda la ciudad.