Nuevo golpe del Gobierno de Vladímir Putin a una institución supranacional y nuevo paso hacia su cada vez mayor aislamiento. Rusia anunció este martes que abandona el Consejo de Europa, según informó el portavoz de la secretaria general del organismo, Marija Pejcinovic. El organismo paneuropeo ya había dejado en suspenso la integración rusa como represalia por la invasión de Ucrania y debía someter este mismo martes a votación una declaración para instar a Moscú a retirarse y, si no lo hacía, proceder a su expulsión.
La decisión rusa, que fue comunicada mediante una carta firmada por el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, se basa en el artículo 7 del Estatuto del Consejo de Europa, que permite que cualquier miembro "puede retirarse notificando su decisión al secretario general", señaló el portavoz.
La retirada implica que Rusia no cubrirá la parte del presupuesto comprometido para 2022 y la salida de la Convención Europea de Derechos Humanos, que regula también el funcionamiento del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).
Acusaciones de Moscú
Moscú se comprometió a respetar las sentencias ya emitidas por esta corte, siempre y cuando "no contradigan la Constitución", un argumento que las autoridades rusas han venido esgrimiendo sistemáticamente para desoír, por ejemplo, fallos en favor del opositor Alekséi Navalni, condenado a dos años y medio de cárcel por fraude y contra quien pesan más acusaciones.
Sin embargo, el Ministerio de Exteriores ruso aseguró en un comunicado que la salida "no afectará a los derechos y libertades de los ciudadanos de Rusia". En este sentido, apuntó que los principales acuerdos derivados del Consejo de Europa ya están integrados en la legislación rusa.
Moscú acusa al Consejo de Europa de plegarse a los criterios de los países de la OTAN en relación a la ofensiva rusa sobre Ucrania. Asimismo, sostiene que la Alianza Atlántica y la UE han convertido a esta organización en un instrumento al servicio de su "expansión militar, política y económica al este". El organismo continental había decidido apartar a Rusia temporalmente el 25 de febrero, un día después del inicio de la invasión.
"Nos separamos sin pesar de este Consejo de Europa", apuntó el ministro de Exteriores en su comunicado. "Los que nos fuerzan a tomar esta medida tendrán toda la responsabilidad de la destrucción del espacio humanitario y jurídico común en el continente y de las consecuencias para el Consejo de Europa mismo, que, sin Rusia, perderá su estatuto paneuropeo", agregó.
El jefe de la delegación rusa en la PACE, Petr Tolstoi, alegó que Rusia sale "por propia voluntad", adelantándose a posiciones "rusófobas" que, en su opinión, "no tienen nada que ver con la realidad", informa la agencia Interfax.