Rusia bombardea Kiev mientras negocia con Ucrania

Kiev, la capital de Ucrania, ha continuado este lunes siendo objetivo de ataques del Ejército ruso mientras el Gobierno ucraniano y el de Moscú llevaban a cabo una nueva ronda de conversaciones para encontrar un acuerdo que ponga fin a la cruenta guerra iniciada por el presidente Vladímir Putin. Finalmente, después de horas de negociaciones, realizadas en esta ocasión por videollamada, la parte ucraniana ha informado de la decisión de realizar una "pausa técnica" hasta este martes, cuando se reanudará la discusión. No se conocen los detalles de las conversaciones, pero el hecho de que se mantenga abierta una vía de diálogo es considerado algo positivo por Kiev, Occidente y los analistas del conflicto. "Se ha hecho una pausa técnica en las negociaciones hasta mañana (por este martes)", ha informado con un tuit el negociador ucraniano Mijailo Podoliak, asesor del presidente Volodímir Zelenski. La razón es que se requiere de "trabajo adicional en los subgrupos de trabajo para aclarar definiciones", ha continuado Podoliak, antes de añadir que las negociaciones seguirán adelante. "La comunicación es difícil, pero continúa", había informado Podoliak, ya horas antes. En el decimonoveno día de guerra, la evolución del diálogo entre ambos países ha coincidido con un nuevo ataque en el barrio residencial de Obolon, en Kiev. Allí, según han comunicado las fuerzas ucranianas, al menos una persona ha perdido la vida -otras fuentes elevaron el balance de muertos-, y un centenar de personas tuvo que abandonar los edificios que habitaban, algunos de los cuales sufrieron incendios de gran magnitud, lo que requirió la intervención del cuerpo de bomberos de Kiev. Solo así algunos ancianos y una familia pudieron escapar de las llamas, ya que habían quedado atrapados después de que se derrumbara la vía de salida que tenían, una escalera que se derrumbó con el ataque. Ataque en Donetsk La ofensiva sobre Kiev también ha coincidido con la acusación de Moscú de que las fuerzas ucranianas habrían lanzado un ataque con misiles que puso fin a la vida de una veintena de civiles en la región separatista de Donetsk, en el este del país. Una denuncia que Kiev desmintió. Analistas independientes no han podido comprobar de momento la veracidad de las versiones ofrecidas por los dos bandos. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) también ha informado que, desde el estallido de la guerra, se han producido 31 ataques contra hospitales y centros sanitarios ucranianos, y que 12 personas han fallecido como consecuencia de estas actividades. Entre ellas está una de las mujeres evacuadas del hospital de Mariúpol, bombardeado el pasado miércoles, y cuya imagen tumbada en una camilla con un estado avanzado de gestación dio la vuelta al mundo, según ha informado la agencia Associated Press (AP). En Lviv, ciudad del oeste del país sacudida desde el viernes pasado por una serie de bombardeos en ciudades cercanas, las autoridades volvieron a pedir nuevamente a la comunidad internacional el cierre del espacio aéreo de Ucrania, una letanía que repiten desde hace varios días y que volvió a salir a la luz con el ataque ruso del domingo sobre una base militar a unos 15 kilómetros de la frontera con Polonia. Desde el recién estrenado centro de prensa de la ciudad, el alcalde, Andriy Sadovyi, explicó que la gente sigue donando sangre pero que hay 10 de los heridos del ataque del domingo que están en "malas condiciones". "Creo que ganaremos" "Es un momento muy difícil de nuestras vidas", dijo Sadovyi, al elevar el número de fallecidos por el ataque a 37 y el de los heridos a 147. "No sé cuándo se acabará esta guerra", pero "creo que ganaremos y creo en Dios", concluyó. Desde Kiev, un portavoz del Ministerio de Defensa sostuvo, sin ofrecer pruebas, que la moral de las tropas rusas "es baja" y que hay diversos oficiales rusos que se están negando a luchar contra las fuerzas ucranianas. Acto seguido, el Gobierno ucraniano difundió datos de algunos soldados rusos, jovencísimos, capturados por las fuerzas ucranianas. La guerra, en cualquier caso, aún no ha dado señales de retroceder en Ucrania. Además de Kiev, en la madrugada del lunes, que es cuando desde el inicio de la invasión rusa se suelen producir la mayoría de los ataques, también fueron denunciados bombardeos contra de la torre de televisión de Rivne -en el que habrían muerto nueve personas- y en Zhytomyr, en el oeste del país; en una escuela de Mykolaiv, en el sur; y en Ojtirka, una pequeña ciudad en el este ubicada entre las martirizadas Sumi y Járkov.

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