Tensión en Jerusalén Este

Un muerto, decenas de heridos y detenciones en los territorios ocupados palestinos

  • La tensión ha crecido después de que un diputado ultranacionalista judío, Itamar Ben Gvir, ha instalado su "oficina parlamentaria" en un solar entre una casa palestina, punto de ser desalojada, y otra de colonos israelís en Jerusalén Este

  • El Ejército israelí ha matado a tiros un joven palestino de 17 años durante los enfrentamientos surgidos cuando las tropas iban a demoler la casa de un hombre acusado de matar a un israelí

Lugar donde el político ultranacionalista israelí, Itamar Ben-Gvir, ha instalado su oficina parlamentaria. / AMMAR AWAD / REUTERS

Tras una mesa plegable cubierta por un mantel de flores, se sienta un hombre con una kipá desde primera hora de la mañana. Rodeado por sillas de plástico vacías, Itamar Ben Gvir está absorto en su teléfono. Su nueva “oficina parlamentaria” está a la intemperie aunque protegida por una carpa azul, varias banderas israelís y carteles con su cara. El diputado ultranacionalista ha vuelto al polémico barrio de Sheij Jarrah, en Jerusalén Este, después de haber prendido la llama del caos anoche. En el patio del hogar de la familia Salem, al borde del desalojo, vuelven a estar colocadas las sillas que el domingo por la noche los colonos, los seguidores de Ben-Gvir, tiraban a los palestinos.

Al inicio de la semana en Israel, el miembro de la alianza de extrema derecha Sionismo Religioso decidió abrir su oficina en Sheij Jarrah. “Permaneceré aquí hasta que la policía se ocupe de la seguridad de los residentes” judíos, defendió ante los periodistas. Su nuevo despacho, compuesto por un par de mesas y un puñado de sillas, está entre una casa palestina, cuyos residentes se enfrentan a un desalojo inminente, y otra donde viven colonos israelís. Decenas de colonos se unieron a Ben Gvir para mostrarle su apoyo con bailes y rezos que tensaron el ambiente.

Mientras la policía israelí dispersaba a los palestinos que habían acudido a apoyar a las familias amenazadas, el Ejército mató a tiros a un joven de 17 años en la Cisjordania ocupada. Cuando las fuerzas del Estado hebreo acudieron a demoler la casa de un hombre acusado de matar a un israelí, los palestinos de Silat al Hariziya salieron en defensa del inmueble. Cientos de palestinos arrojaron piedras y cócteles molotov a los soldados, que respondieron con “equipo de dispersión antidisturbios y también dispararon contra los hombres armados que habían visto”, según el Ejército. Una de esas balas alcanzó a Muhamad Akram Ali Taher Abu Salah en la cabeza. Otros dos heridos están graves. 

"Acto provocador"

En Sheij Jarrah, la policía antidisturbios instaló barricadas y utilizó granadas de aturdimiento, cañones de agua y agentes montados para dispersar a los concentrados. Decenas de personas resultaron heridas. Al menos una docena de sospechosos fueron detenidos. “Los residentes de Sheij Jarrah se enfrentan a un esfuerzo coordinado e intensificado de violencia de los colonos y la policía en las últimas horas”, denunció el activista palestino Muhamad El Kurd en Twitter. La Autoridad Palestina tachó la visita de Ben Gvir como un “acto provocador y creciente que amenaza con encender violencia que será difícil de controlar”.

A su vez, la Unión Europea ha insistido en lo “preocupada” que está por la situación. “Los incidentes de violencia de los colonos, las provocaciones irresponsables y otros actos de escalada en esta área sensible solo alimentan más tensiones y deben cesar”, dijo la delegación de la UE a los palestinos. Según las Naciones Unidas, 2021 ha sido el año con los niveles más altos de ataques dañinos de los colonos contra los palestinos y de los palestinos contra los colonos del último lustro. Pero mientras que los sospechosos palestinos son arrestados y juzgados, la mayoría de colonos no reciben ningún castigo

Jerusalén Este se ha convertido en el hogar de más de 200.000 colonos judíos que viven en comunidades ampliamente consideradas ilegales por el derecho internacional. Las tensiones en el barrio de Sheij Jarrah ya causaron el pasado mes de mayo unos enfrentamientos que culminaron con una guerra de 11 días sobre la Franja de Gaza. Más de 250 personas murieron en el lado palestino; unas 13, en el lado israelí. Muchos describieron el barrio este domingo como una “zona de guerra” y alertaron del peligro que se desencadenara otro conflicto tan letal. Pero horas después de ser desalojado, Ben Gvir ha vuelto a su oficina. “Nosotros somos los propietarios”, defiende.