Cuando vio la fotografía del cuerpo sin vida de un niño sirio de tres años varado en una plaza turca, no pudo quedarse de brazos cruzados. Dedicado al salvamento en las playas, Oscar Camps no dudó en marcharse a la isla griega de Lesbos a sacar a personas del agua que, tal y como repite, es lo que sabe hacer. De ahí, a dirigir la oenegé Open Arms, conocida internacionalmente, sostenida por donaciones privadas.
Entrevistado por EL PERIÓDICO, no deja títere con cabeza, en lo que a la ineficiencia de instituciones se refiere, y lamenta la creciente criminalización de las organizaciones que salvan vidas en el Mediterráneo a la vez que alerta de la preocupante tendencia ultraderechista que recorre Europa.
Oscar camps entrevista Ricardo