La juventud chilena, clave en los comicios del domingo, acude a las urnas "desilusionada"

Hace dos años los jóvenes chilenos fueron noticia por salir a la calle a protestar contra el modelo político y económico del país. Este domingo, esa misma juventud será clave para decidir quién se convertirá en el futuro presidente de Chile. El ultraderechista José Antonio Kast, del Partido Republicano, y el izquierdista Gabriel Boric, de Apruebo Dignidad, se juegan la presidencia después de una primera ronda que sorprendió por unos resultados muy polarizados y una participación muy baja. Ahora, afrontan estas elecciones con el convencimiento de que hace falta un giro en el modelo político que rige el país desde la vuelta de la democracia. "Me motiva participar de manera activa en esta instancia porque creo que hay mucho en juego actualmente", sostiene la estudiante universitaria Macarena Lobo, de 25 años. Es por ello que el electorado ha dado la espalda a los partidos tradicionales, pero también destaca la elevada abstención. "Mucha gente salió a protestar, pero no se refleja en las elecciones presidenciales, que considero que son mucho más importantes", critica Felipe Ibaceta, un estudiante de 21 años de Iquique, en el norte del país. Y es que abunda entre jóvenes la importancia de ver caras nuevas en la política nacional. "La gente está muy desilusionada, ven que prometen y no cumplen; pero esto no es de ahora, es de años. Prometían seguridad y la delincuencia aumenta cada año; prometían bajarse el sueldo, pero cuando lo votaron fue rechazado", lamenta Bárbara Escalona, una joven de la capital de 23 años. "La gente está muy desilusionada, ven que (los políticos) prometen y no cumplen; pero esto no es de ahora, es de años" Los apoyos a los candidatos Los principales motivos entre los seguidores de Kast son la necesidad de estabilidad, el miedo a un supuesto comunismo, la migración en el norte o el conflicto indígena. De hecho, Bárbara Márquez, una chica nacida en Concepción hace 26 años, explica que la familia de su novio ha tenido muchos problemas con el "terrorismo indígena". "Con Kast va a haber más tranquilidad en La Araucanía, más control", sostiene. Eso sí, la chica confía en que su candidato no pueda cumplir algunas de sus promesas electorales. "Pienso que cualquier modificación que quiera hacer Kast debe pasar por toda la Cámara de senadores y diputados para que recién se haga efectivo así que no creo que se pueda imponer", reflexiona sobre las propuestas más conservadoras del representante republicano, seguidor del dictador Augusto Pinochet e hijo de un militante del partido nazi. Quienes apoyan al candidato izquierdista, en cambio, hablan del cambio climático, políticas sociales o los derechos de la comunidad LGTBI. "Con Boric se tiene esperanzas de poder seguir avanzando a un futuro más prometedor, no estamos en tiempos de retroceder en materias tan importantes que pueden garantizar un mejor futuro", dice Macarena. "Muchos amigos dicen que van a votar a Kast no porque les guste, sino por miedo al comunismo. ¿Preferís una estabilidad económica antes de políticas sociales?", se pregunta Francisco Rubilar, que estudia periodismo. "Tomé la decisión de que votaré nulo. No me gusta ninguno de los dos candidatos, ninguno representa lo mejor para el país" Votar al menos malo Es esto último, el miedo a la victoria del contrario, lo que más está movilizando a los votantes chilenos en esta segunda vuelta. Bárbara Escalona cuenta que hay quienes piensan que "Boric es comunista y Kast es como Pinochet". "Al final uno, cuando vota, trata de votar al menos malo, no es como que me represente un candidato y lo defienda hasta el final", aclara Francisco. Frente a esto hay también un importante grupo de ciudadanos que ven en ambos candidatos propuestas demasiado extremistas con las que no coinciden. "Tomé la decisión de que votaré nulo. No me gusta ninguno de los dos candidatos, ninguno representa lo mejor para el país, soy fiel creyente de que lo que necesitamos es centro", comenta Ignacia Ventura, de la localidad costera de La Serena. De 25 años, Ignacia asegura que ha recibido críticas por "facha" y "zurda" por su decisión. División en la calle Las diferencias entre los candidatos han llegado también a la ciudadanía. "Hay mucha discusión en la calle y en círculos cercanos por estas elecciones, hay muchas personas asustadas por la estabilidad del país independiente del resultado", narra Bárbara Escalona, que teme un aumento de la agresividad en las calles. De hecho, en los últimos días se ha viralizado el vídeo de una agresión a unos seguidores de Boric. "Hay mucha discusión en la calle, hay muchas personas asustadas por la estabilidad del país" Estas discusiones se dan también entre grupos de amigos e incluso familiares. "Es que ni se puede conversar", lamenta Ignacia. A aumentar estas diferencias han ayudado las redes sociales que, en los últimos tiempos, se han llenado de mensajes a favor y en contra de los distintos candidatos y sus seguidores. "Hay que estar informado, porque así puedes sacar mejores conclusiones sobre lo que se dice en Instagram, Twitter o Facebook", sentencia Felipe. Todos ellos miran al futuro con esperanza y exigen compromiso al nuevo presidente. "Sea quien sea el que gane, va a tener que dialogar, pido apertura política para poder discutir, sin importar la postura política del contrario", reclama Ignacia. "Que se comprometa a un Chile que crezca en democracia, que escuche las necesidades reales y que no relativice problemas actuales", añade Macarena.

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