El Frente Polisario denunció el miércoles la muerte de 12 civiles saharauis en dos supuestos ataques con drones, de los que responsabilizó al Gobierno de Marruecos, en las denominadas "zonas liberadas" de la antigua colonia española del Sáhara Occidental y negó informaciones de prensa que informaban de la caída en un ataque marroquí de un "alto responsable militar saharaui".
Un miembro del Polisario, el cual prefirió permanecer en el anonimato, declaró que el 15 de noviembre tuvo lugar uno de los ataques llevados a cabo con drones, en el cual perdieron la vida 11 civiles en el área de Mijek, en la franja del Sáhara Occidental que permanece controlada por el grupo independentista saharaui.
Los presuntos bombardeos siguen la línea del ataque que el pasado 3 de noviembre acabó con la vida de tres civiles argelinos. Los agredidos conducían un convoy de tres camiones por la ruta que atraviesa el desierto y une la frontera de Argelia y la capital de Mauritania, Nuakchott.
El Ejecutivo argelino, que a finales de agosto rompió relaciones diplomáticas con Rabat, denunció ante la ONU aquella agresión, que está bajo investigación de la misión de Naciones Unidas para el referéndum de autodeterminación en el Sáhara Occidental (MINURSO).
Más de un año de hostilidades
La tensa situación e la zona se disparó hace un año cuando tropas marroquís entraron en la zona desmilitarizada de Guerguerat, que separa Mauritana de los territorios ocupados por Marruecos en 1975, para desmantelar una sentada de civiles que protestaban contra el uso comercial que Rabat y la capital mauritana hacen de este área en disputa.
Al día siguiente, el Frente Polisario consideró que la acción bélica marroquí suponía una ruptura del acuerdo de alto el fuego firmado bajo los auspicios de la ONU en 1991 y emprendió operaciones de hostigamiento militar contra el muro levantado por Marruecos en el Sáhara Occidental.
El Polisario insiste, además, en que la única solución es celebrar la consulta para la autodeterminación acordada por ambas partes hace 30 años y admite que el acuerdo suscrito entonces debe ser actualizado.
Marruecos, por su parte, se niega a hablar de la posibilidad de la independencia del Sáhara Occidental y asegura que solo está dispuesto a negociar una "amplia autonomía", siempre y cuando se reconozca primero la soberanía marroquí sobre el territorio.