Llegan heridos, exhaustos y humillados, hasta este albergue regentado por una organización caritativa polaca junto a la estación de ferrocarril de Bialystok, la última población importante de Polonia antes de la frontera con Bielorrusia. Durante días o incluso semanas, han acumulado barro hasta las rodillas, y presentan aparatosas heridas en los pies como consecuencia de la caminata. Vagando por los bosques que separan ambos estados bajo una perenne lluvia helada, con temperaturas que durante la noche rondan los cero grados, y rechazados en varias ocasiones por las patrullas fronterizas de ambos países, en una suerte de trágico juego de ping pong con seres humanos de por medio, solo les queda ahora esperar y rogar al cielo para que que sus solicitudes sean atendidas y se les conceda el ansiado estatus de refugiado político en algún país de la Unión Europea.
Crisis humanitaria en Europa oriental
Hambre, frío y muerte en la frontera de Polonia con Bielorrusia
Varios inmigrantes que han logrado entrar en Polonia desde Bielorrusia relatan a EL PERIÓDICO el horror vivido durante la travesía
Los aspirantes a refugiados acusan a los guardias fronterizos bielorrusos de golpearles, robarles el dinero y romperles los teléfonos móviles
3 refugiados cuentan su experiencia en la frontera de Bielorrusia y Polonia. /
Temas
Lo más visto
- Pensionistas, solo cobraréis una parte de la paga extra en junio: esta es la razón
- Estas son las enfermedades que la yuca ayuda a combatir
- Barcelona descarta replicar el modelo de ejes verdes al costar su mantenimiento diez veces más que en otras calles
- Niño Becerra lanza un aviso a los que van a pedir una hipoteca: "A partir del mes de junio..."
- Los Mossos alertan de este método de robo: "Antiguo pero recurrente"