La Policía australiana encontró este miércoles encerrada en una casa a Cleo Smith, una niña de cuatro años desaparecida el 16 de octubre cuando se encontraba con sus padres en un camping. La menor fue hallada en una vivienda cerrada con llave de la localidad de Carnarvon, a unos tres kilómetros de donde Cleo reside con su familia y a alrededor de 75 kilómetros del lugar donde desapareció.

Cuatro agentes de seguridad irrumpieron en la casa durante la madrugada del miércoles y encontraron a la pequeña sola en una de las habitaciones. "Quería estar absolutamente seguro de que era ella. Dije, '¿cómo te llamas?'. Ella no respondió. Le pregunté tres veces y luego ella me miró y dijo, 'mi nombre es Cleo'", declaró a los medios el policía Cameron Blaine, el agente que encontró a la menor.

El rescate, lejos de haber sido fruto de una pista concreta, fue resultado del análisis de cientos de informaciones por parte de las autoridades del país oceánico y sucedió de forma tan repentina que los agentes no tuvieron tiempo de avisar a los familiares de la niña. "Hay alguien que quiere hablar con ustedes", comentó uno de los agentes a los familiares de Cleo una vez que la menor estaba a salvo.

La criminóloga Xanthe Mallett calificó los hechos como un "milagro" ya que, según explicó al canal 9 de la televisión local, "es altamente inusual encontrar a una niña secuestrada viva y bien después de tanto tiempo".

A la espera de la sentencia

Poco después de hallar a la pequeña, la Policía detuvo a un hombre de 36 años y sin vínculo con la familia de Cleo. Por el momento, las autoridades australianas, que esperan en las próximas horas formular una acusación formal contra el detenido, se muestran cautas a la hora de facilitar información de supuesto secuestrador, del que solo dicen se trata de un residente de la población de Carnarvon.

En el momento de su desaparición, Cleo se encontraban dentro de una tienda de campaña en el campin Blowholes, a unos 875 kilómetros al norte de Perth, junto a su madre y su padrastro. La niña se había despertado a la una de la mañana del sábado 16 de octubre para pedir agua, pero cinco horas después, al levantarse la madre y su pareja descubrieron que Cleo y su saco de dormir habían desaparecido.