Dilemas en la política exterior

Madrid-Rabat-Argel: un viejo y delicado juego de equilibrismo

  • Uno de los dilemas de la política exterior española es su escaso margen de maniobra ante dos países clave del Magreb para garantizar la seguridad, el suministro energético y el control de los flujos migratorios

  • Los analistas creen que España debe jugar la baza de su condición de país europeo y que Marruecos y Argelia se muestran beligerantes cuando quieren desviar la atención de sus problemas domésticos 

La vicepresidenta Yolanda Díaz, tras la foto de familia en el Foro de Diálogo 5 + 5, en el que participaron también los representantes de Argelia y Marruecos. / Morell / EFE

Argelia rompió relaciones diplomáticas con Marruecos el pasado mes de agosto alegando una serie de agravios cuyo telón de fondo es la larga disputa por la soberanía del Sáhara Occidental. El primer efecto tangible de esa crisis fue la decisión de Argel de cerrar el grifo que permite la llegada de gas a España a través Marruecos. Además de las consecuencias energéticas, que llevaron de urgencia a Argelia al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, para tratar de garantizar el suministro, hay más variables que colocan a nuestro país en una situación delicada.