Aumento del coste de la energía

Qué están haciendo los países europeos para mitigar la subida del precio de la luz

La subida desorbitada del precio de la energía, en mayor medida la de la electricidad, no es exclusiva de España, que sí se arroga haber alcanzado el precio más elevado de Europa. Idéntica corriente atraviesan los países europeos poniendo en jaque a los Gobiernos a puertas del invierno.

El precio disparado de luz y gasóleo lleva la inflación a máximos en 13 años en Galicia

Reino Unido

El precio del gas y la electricidad se han desbocado en los últimos meses en el Reino Unido. El aumento ha sido del 250% desde principios de año, de acuerdo con la Oficina de los Mercados del Gas y la Electricidad (Ofgem). El impacto en los consumidores ha sido considerable, si bien en el sistema británico existe desde el 2018 un límite en el recibo para los hogares que no tengan en su contrato una tarifa fija. Ofgem, como organismo regulador, establece dos veces al año ese límite. Entre el 1 de octubre de este año y el 31 de marzo del 2022 es de 1.277 libras anuales (1.490 euros).

En torno a 15 millones de hogares británicos van a tener que afrontar una subida equivalente del 12% con respecto al pasado invierno, lo que viene a suponer unos 275 euros extra al año. Con una inflación que roza el 4%, el efecto del gasto añadido en las familias británicas con ingresos muy bajos puede ser dramático. Ya a finales de julio, de acuerdo con Ofgem, había 1,6 millones de cuentas de electricidad y 1,2 millones de gas con retrasos en los pagos de las facturas y en la mitad de los casos no había plan alguno para ponerse al día en el cobro. El ministro de Finanzas, Rishi Sunak estaría considerando la posibilidad de eliminar el 5% de IVA en las facturas de energía doméstica, lo que supondría una reducción de unos 70 euros al año, pero nada está decidido.

El de la energía ha sido un mercado liberalizado en el Reino Unido con minoristas en el suministro de gas y electricidad ofreciendo precios muy bajos, pero con pocas reservas. Desde que comenzó la subida del precio del gas, una tras otra esas pequeñas empresas se han ido declarando en bancarrota. La última, Goto Energy, con 22.000 clientes del sector doméstico anunció el cese de actividad este lunes. Hasta el momento son 16 las proveedoras de energía, de las 55 existentes, que han ido a la quiebra y se espera que otras muchas sigan el mismo camino. Cuando esto ocurre Ofgem transfiere a los clientes a un nuevo suministrador, un rescate que puede costarle al Gobierno muchos millones. / BEGOÑA ARCE


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