Declive político

El todopoderoso PRI mexicano se hunde en la irrelevancia

  • El partido que gobernó durante 71 años tiene el menor número de escaños y gobernadores de su historia 

  • La dirigencia priista sopesa alinerse con el proyecto nacionalista del presidente López Obrador para sobrevivir

Enrique Peña Nieto

Hay una frase que suele atribuirse al presidente Adolfo López Mateos (1958-1964): “La revolución mexicana fue perfecta. Al rico lo hizo pobre, al pobre lo hizo pendejo, al pendejo lo hizo político y al político lo hizo rico”. No está demostrado que el mandatario dijese esas palabras pero sirven como un resumen de lo que fue el régimen que existió durante buena parte del siglo XX en México. El Partido Revolucionario Institucional (PRI) no es una formación cualquiera, es el partido que dominó el país durante 71 años. Sus defensores insisten en que, gracias al sistema que instauró, se institucionalizó una nación que hasta los años veinte resolvía sus problemas a balazos y donde los magnicidios estaban a la orden del día. Hoy, la formación está en la peor crisis de su historia. Con un genuino temor a la desaparición, los priistas debaten si alinearse con el presidente Andrés Manuel López Obrador, que con su discurso nacionalista ha logrado cautivar a sus antiguos votantes.