Comicios legislativos

Resignación de la oposición rusa ante el fraude

Los votantes ajenos al partido gubernamental, desde comunistas a seguidores de Navalni, descartan que los comicios sean limpios y cuestionan con más fuerza la legitimidad del sistema político en el país

Una mujer tras depositar su voto en la urna de un colegio electoral en San Petersburgo. / ANATOLY MALTSEV / EFE

Con una mueca de resignación, una sonrisa meliflua, o una diatriba contra Rusia Unida. Sin excepción alguna, todos los votantes que aseguraban haber depositado en la urna una papeleta ajena al partido gubernamental, desde comunistas hasta simpatizantes de Alekséi Navalni, respondían con indisimulado escepticismo a la pregunta de si creían que estos comicios serían limpios y honestos. Tras dos días de votaciones, durante los cuales las redes se inundaron de sonrojantes imágenes, como encapuchados introduciendo en las urnas papeletas o presidentes de colegios contando votos en plena noche en una parada de autobús, este sector de la población distanciado del oficialismo cuestionaba, con más fuerza si cabe, la legitimidad del sistema político en Rusia.