Catástrofe natural

'Ida' deja una estela de destrucción en Luisiana

  • El huracán, ya degradado a tormenta tropical, provoca enormes daños materiales y al menos un fallecido, aunque el gobernador anticipa más muertes

  • Hay más de un millón de personas sin suministro eléctrico en el estado y persisten graves riesgos, pero los diques de Nueva Orleans han resistido

Nubes sobre un cementerio de Nueva Orleans

Un día después de tocar tierra en la costa de Luisiana como un brutal huracán de categoría 4 'Ida' continuaba este lunes su camino hacia el vecino Misisipi y el interior de Estados Unidos. Lo hacía ya degradado a tormenta tropical pero aún cargado de peligros por los vientos, lluvias torrenciales y marejadas ciclónicas y dejaba tras de sí una visible estela de destrucción y devastación cuyas verdaderas dimensiones van a tardar en conocerse.

En términos de coste de vidas humanas las autoridades inicialmente solo tenían constancia de la muerte de un hombre de 50 años que falleció cuando un árbol cayó sobre su casa, pero el gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, no se llamaba a engaño. "Lamentable sabemos que habrá otros", ha dicho.

Más de 1.600 personas arrancaban el lunes las tareas de búsqueda y rescate en difíciles condiciones que incluyen graves inundaciones, incendios, edificios derrumbados y carreteras inhabilitadas por la caída de árboles, líneas eléctricas y escombros. La declaración de gran desastre aprobada el domingo por la noche por el presidente Joe Biden activaba más ayuda federal para iniciar los trabajos de recuperación, que van a ser hercúleos ante una tormenta que, según las primeras valoraciones, puede haber dejado daños que superan los 15.000 millones de dólares.

Más de 1,2 millones de hogares y negocios en el estado se han quedado sin suministro eléctrico y las compañías no podían inicialmente siquiera dar un calendario sobre cuándo será restaurado, algo que puede llevar días y en algunos lugares incluso semanas. Había también problemas en las comunicaciones.

Nueva Orleans resiste

Entre los afectados por esa pérdida de luz estaban todos los residentes de Nueva Orleans pero la ciudad, pese al fortísimo impacto de 'Ida', respiraba con algo de alivio. A diferencia de lo que ocurrió en 2005, cuando el anticuado sistema de diques colapsó bajo el impacto del 'Katrina' y provocó una catástrofe humana y económica agravada por la inepta respuesta del Gobierno de George Bush, esta vez la renovada y reforzada infraestructura ha resistido el primer y más duro golpe de 'Ida' y, en palabras del gobernador, "funcionó extremadamente bien durante la tormenta".

El riesgo, en cualquier caso, no ha desaparecido. El Centro Nacional de Huracanes advertía este lunes de que persistía la amenaza de peligrosas marejadas ciclónicas y, sobre todo, de inundaciones por las lluvias en todo el sureste de Luisiana, en el sur de Misisipi y Alabama. Alertaba, asimismo, de que las crecidas podían superar también los diques que no forman parte del sistema creado para proteger Nueva Orleans y zonas colindantes tras el 'Katrina'.