Corea del Norte

El hambre castiga la legitimidad de Kim Jong-un

  • El líder norcoreano se ha disculpado por incumplir sus promesas de bonanza económica

Una joven soldado norcoreana se come un helado durante una visita en el zoo de Pyongyang, en una imagen de 2018. / DANISH SADDIQUI (REUTERS)

El cerrojazo fronterizo por el coronavirus, los desastres naturales y las sanciones internacionales han devuelto la economía de Corea del Norte al pozo. Está el país acostumbrado a las penurias pero confluyen nuevos factores que complican a la estirpe que lo ha gobernado durante siete décadas. Kim Jong-un había prometido bonanza y su pueblo se ve abocado a escaseces que parecían superadas.