Viktor Babariko

Condenado a 14 años de cárcel uno de los principales líderes opositores bielorrusos

  • Los jueces declararon a Babariko, en prisión preventiva desde del 18 de junio de 2020, culpable de recibir sobornos de gran cuantía y blanqueo de capitales

El líder opositor Viktor Babariko. / Reuters

Condena ejemplar para uno de los tres candidatos que el pasado verano osó postularse en las polémicas elecciones presidenciales celebradas entonces en Bielorrusia para enfrentarse a Aleksándr Lukashenko. El exbanquero Víktor Babariko ha sido condenado este martes por el Tribunal Supremo de su país a 14 años de prisión, a pagar una multimillonaria indemnización y a la inhabilitación completa para cargos públicos, tras haber sido hallado culpable del delito de recibir sobornos. "No siento vergüenza ante mi familia porque no he cometido ninguna ilegalidad", ha llegado a declarar el encausado durante la vista oral.

Al ser una sentencia emitida por la máxima instancia judicial bielorrusa, no cabe ya apelación alguna. Según ha asegurado el entorno de Babariko en su cuenta de Twitter, el reo cumplirá su condena en una colonia penitenciaria de vigilancia reforzada donde, de acuerdo con el sistema penitenciario heredado de la URSS, sirven su pena los presos más peligrosos. El encausado asistió a la lectura de la sentencia en una jaula reservada para los enjuiciados. Diplomáticos europeos también acudieron a la sede judicial.

Desde el exilio, la oposición no ha tardado en reaccionar. "Es una pena insensata contra un individuo que había decidido lanzarse a la política y que se había convertido en uno de los líderes que despertaron al país de un largo sueño", ha escrito Svetlana Tsikhanóvskaya en su cuenta de Twitter. "Son 14 años (de condena) por sus creencias y sus ideas; llegará el día en que nos será difícil explicar a nuestros nietos que esto realmente sucedió", ha continuado.

Babariko formaba parte de la terna inicial de candidatos bien posicionados para vencer al actual jefe del Estado en los polémicos comicios de hace un año, junto con el empresario y exembajador en EEUU Víktor Tsekpalo y el bloguero Serguéi Tsikhonovski. Debido a su experiencia al frente de Belgazprombank -la rama bielorrusa del banco de Gazprom, el monopolio ruso del gas- y a sus contactos internacionales, era considerado el que más posibilidades tenía de obtener el triunfo, e incluso había recibido el apoyo de la premio Nóbel de Literatura Svetlana Alexeyévich. Cuando, uno tras otro, sus candidaturas fueron rechazadas, Svetlana Tsikhanóvskaya y Verónika Tsekpalo, las esposas de los dos primeros, y Maria Kolesnikova, su jefa de campaña unieron fuerzas en una candidatura conjunta que congregaba a multitudes en sus mítines.

La deriva represiva en la pequeña exrepública soviética ha ido a más desde la celebración de los polémicos comicios. El pasado lunes, Anaïs Marin, enviada especial de la ONU para Bielorrusia, exigió la liberación de los más de cinco centenares de presos políticos que cumplen condena en las cárceles del país. Entre la oposición, numerosas voces, como la del exministro de Cultura Pável Latushko, se han alzado para exigir la creación de un tribunal internacional 'ad hoc' que juzgue las violaciones de los derechos humanos cometidas por las fuerzas de seguridad de Bielorrusia.

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