La ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Arancha González Laya, ha dicho este sábado que la primera tarea de la UE es desplegar "con toda su fuerza" la energía que ha sido capaz sumar y ha llamado a trabajar para mejorar su proyección internacional. Lo ha afirmado en la clausura del Foro de Diálogo España-Italia, en la sede de Foment del Treball de Barcelona, junto al ministro italiano de Exteriores, Luigi di Maio; el embajador de Italia en España, Riccardo Guariglia; el embajador de España en Italia, el exministro Alfonso Dastis; y los coordinadores del foro de diálogo España-Italia Enrico Letta (exprimer ministro italiano) y Josep Antoni Duran.
"Esta energía no solo es el 'Next Generation EU', sino el deseo de construir una Europa más fuerte, más mancomunada y más solidaria. Ahora es el momento de desplegar con toda su fuerza esta energía", ha defendido.
Por su parte, Di Maio ha subrayado los "desafíos" que ligan a su país con España, como la profundización democrática de la Unión Europea o la política migratoria en el Mediterráneo, y ha pedido afrontarlos "juntos". Ha llamado asimismo a superar el "desafío en la gestión" que representan los fondos europeos, con los que la UE se juega su "credibilidad".
El político italiano hHa indicado que al comienzo de la pandemia los italianos "no creían en la respuesta europea", puesto que "la respuesta inicial" de los socios europeos, en un momento en el que el país transalpino se veía particularmente afectado por el virus, "fue difícil". Luego se acordaron los 'Next Generation', que deben dedicarse a cambios "estructurales" e ir ligados a "reformas que hasta ahora hemos intentado implementar sin éxito". Representan "un desafío para la credibilidad de la UE", principalmente en cuanto a su gestión, ha apuntado. El ministro italiano ha celebrado asimismo la emisión de deuda común, una idea que ya se ha demostrado "correcta" dada la respuesta de los mercados.
Ha repasado además intereses comunes entre los dos países: la transición ecológica, para la que se requiere la implicación del sector privado; la apuesta por el hidrógeno verde, que no debe dejarse solo en manos de los países del norte; la transición digital; la profundización democrática de la UE; o la política migratoria en el Mediterráneo. "Tenemos muchos desafíos por delante y creo que en este último año han surgido grandes oportunidades: una de ellas es una relación más fuerte entre España e Italia", ha concluido