Alemania ha decidido este miércoles no permitir la llegada a sus aeropuertos de aviones de compañías aéreas rusas después de que Moscú haya hecho lo propio con la compañía alemana Lufthansa, a la que no ha dado autorización para aterrizar en Rusia. Las medidas de ambos Gobiernos responden a la crisis abierta con Biuelorrusia.

Las autoridades de la aviación rusa "no han autorizado a tiempo" dos vuelos previstos para este miércoles por la mañana, ha explicado en un comunicado el Ministerio de Transportes del Gobierno de Berlín. "Los vuelos tuvieron que ser anulados el martes por la noche", añade el texto que ha sido enviado a la agencia AFP.

"En razón de la reciprocidad, Alemania no ha dado autorización a vuelos de compañías rusas. Cuando sean autorizados los vuelos de Lufthansa, las compañías rusas recibirán nuestra autorización". Lufthansa, por su lado, ha dicho que espera que los vuelos previstos a Rusia durante este mes de junio se puedan llevar a cabo.

Los vuelos entre Europa y Rusia "tienen corredores aéreos definidos. Si una compañía quiere cambiar el trayecto, es necesario que haya un acuerdo entre las compañías aéreas y Rusia", detalló la organización europea de vigilancia aérea Eurocontrol.

Espacio aéreo

Las principales aerolíneas europeas han evitado sobrevolar la exrepública soviética desde que un avión de Ryanair, que hacía la ruta Atenas-Vilna (capital de Lituania), fuera obligado por las autoridades bielorrusas a aterrizar en Minsk para poder detener a uno de los pasajeros, el periodista y bloguero bielorruso Roman Protasevichal, uno de los principales opositores al régimen del presidente Alexander Lukashenko.

La semana pasada dos vuelos de Air France y uno de Austrian Airlines, filial de Lufthansa, fueron cancelados después de que Moscú se negara a que utilizaran una ruta alternativa que evitara el espacio aéreo bielorruso.

La cancelación de los vuelos de Air France se debieron únicamente a "razones técnicas", dijo entonces un portavoz del Kremlin.