Críticas a la justicia

Un 90% de los detenidos por la espiral de violencia en Israel son árabes

  • Solo 15 de los 170 arrestados por la policía son judíos y la mayoría de casos se vinculan a agresiones racistas

Policía israelí arresta a manifestantes palestinos durante las protestas cerca de la puerta de Damasco de Jerusalén el 9 de mayo del 2021. / ATEF SAFADI (EFE)

La violencia no cesa en Israel. En las últimas semanas la espiral de destrucción causada por los bombardeos de la aviación israelí se ha trasladado a las calles de las ciudades mixtas del país, en las que se han vivido escenas de linchamiento contra los ciudadanos árabes. Sin embargo, más del 90% de los detenidos por la policía por esos altercados son árabes, mientras que una minoría son judíos.

De las 170 personas acusadas de disturbios, destrozos públicos y agresión a la policía, hasta 155 son árabes y tan solo 15 son judías. En la mayoría de casos registrados por las autoridades los ataques tendrían motivaciones racistas. Es por eso que los tribunales han solicitado mantener a los acusados en prisión hasta que finalicen los procesos judiciales que tienen abiertos.

Desde el pasado 8 de mayo, cuando empezó la operación de represión israelí en Gaza, la policía ha detenido a 1.300 personas, incluyendo a 252 menores. En este caso, también hay una elevada desproporción étnica. Tan sólo 159 de los casos abiertos implican a ciudadanos judíos.

Críticas a la justicia

Según informa el medio israelí 'Haaretz', los fiscales del distrito fueron criticados por no encausar judicialmente a judíos que participaron en la oleada de violencia vivida en ciudades mixtas como Lod o Jaffa, en las que ciudadanos de ambas confesiones convivían hasta ahora. Sin embargo, en otras como Bat Yam se vivieron escenas de linchamiento contra comercios y ciudadanos árabes por parte de la extrema derecha sionista sin que se detuviera a nadie.

Las cifras de víctimas mortales también son desiguales. Así, la ofensiva israelí contra el territorio palestino ha causado más de 212 muertos y ha forzado el desplazamiento de 41.000 personas.