Alrededor de 30 personas han sido asesinadas en Nigeria en una serie de ataques coordinados en cuatro localidades del noroeste del país a manos de bandidos vinculados, presuntamente, a grupos yihadistas . Las aldeas del estado de Zamfara afectadas han sido Gobirawa, Rini, Gora y Madoti Dankule, en las áreas de Gobierno local de Bakura y Maradun. El administrador de Bakura, Aminu Suleiman ha explicado que al menos 17 personas fueron asesinadas en Rini y diez en Gora. También denunció que "se necesita más personal de seguridad en esta zona para que la agricultura tenga éxito esta temporada".
Sani Lawal, residente en Gobirawa, ha narrado como, al igual que otras ocasiones, "los hombres armados llegaron en gran número en motocicletas, que no podían ser contadas". "Rodearon las aldeas y dispararon de forma esporádica", ha relatado. Asimismo, ha explicado que los hechos han causado la muerte de 28 personas en las aldeas afectadas, "además de las que fueron trasladadas a los hospitales; también quemaron casas y otros objetos de valor".
Los ataques fueron perpetrados poco después del secuestro de varios estudiantes en otro asalto contra una universidad en el estado de Kaduna (también en el norte del país). Este otro suceso se saldó con la muerte a tiros de uno de los trabajadores del centro.
Este tipo de incidentes, en su mayoría protagonizados por delincuentes comunes pero por orden de grupos yihadistas, han ido al alza en los últimos meses y han llevado a las autoridades de varios estados del país a cerrar las escuelas para intentar garantizar la seguridad de alumnos y profesores mientras evalúan la situación sobre el terreno.