Recortes para el 'visado de oro'

El fin del oasis portugués para ricos y jubilados extranjeros

  • El Gobierno luso da marcha atrás en las polémicas medidas destinadas a atraer capital extranjero tras la crisis de 2008

  • La reciente limitación a los ‘visados dorados’ se suma al impuesto del 10% sobre las pensiones de los Residentes No Habituales

La playa de Porto Covo, en Portugal. / José Luis Roca

El Gobierno portugués sigue avanzando en el desmantelamiento de las polémica gestión destinada a atraer inversión extranjera. Medidas como la expedición, desde el año 2012, de permisos de residencia a cambio de inversiones principalmente inmobiliarias -conocida como visados dorados-, o los beneficios fiscales para trabajadores y pensionistas extranjeros, algunos de los cuales estaban exentos del pago de impuestos desde que Portugal aprobó la medida en el año 2009. Tanto la Unión Europea como organizaciones internacionales habían criticado al Ejecutivo de António Costa por mantener estas ventajas, que pueden conllevar delitos de blanqueo de capitales, corrupción y evasión fiscal y que plantean serias dudas en cuanto a la generación de riqueza en el país.