El primer ministro británico, Boris Johnson, ha recibido este viernes su primera dosis de la vacuna de AstraZeneca contra el covid-19. Tras ser inoculado, el mandatario ha animado a los ciudadanos a hacer lo mismo diciendo que "no duele nada".
Johnson, de 56 años, fue ingresado en una unidad de cuidados intensivos el año pasado y se le administró oxígeno a través de un tubo en la nariz después de contraer el virus y sufrir un empeoramiento. Más tarde explicó que llegó a estar tan enfermo que se tuvieron que idear planes sobre cómo anunciar su muerte.
"Literalmente no he sentido nada", dijo Johnson a los medios tras abandonar el centro médico, al término de una semana en la que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha dado luz verde a continuar vacunado con el preparado de AstraZeneca al considerarlo "seguro y eficaz" y pese a los casos de trombosis detectados y que presuntamente podrían haber sido una reacción al fármaco.
Efectos secundarios
Cuestionado por posibles temores entre la población a sufrir efectos secundarios, el primer ministro respondió: "No me escuchen solo a mí, escuchen a todos los científicos y a lo que la Agencia Europea del Medicamento dijo ayer". "Recomiendo encarecidamente a todo el mundo que en cuanto reciban la notificación (del sistema sanitario) acudan a vacunarse", agregó.
Tanto la EMA como la Agencia Reguladora de Medicinas y Productos Sanitarios británica (MHRA, en inglés) consideran que los beneficios de la vacuna superan los posibles riesgos, aunque continúan investigando si existe un vínculo causal entre el preparado y algunos casos de accidentes cerebrovasculares.
En el Reino Unido se ha administrado ya la primera dosis de una vacuna -AstraZeneca o Pfizer- a más de 26 millones de personas, mientras que unos 2 millones han recibido también la segunda inyección preceptiva.