La primera llamada telefónica entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su homólogo chino, Xi Jinping, se saldó este miércoles con cordialidad pero también con un cruce de señalamientos que evidencian las prioridades de las dos principales potencias económicas mundiales para los próximos años.
Biden, quien ya conoce al mandatario chino de su paso por la vicepresidencia estadounidense entre 2009 y 2017, le recriminó su preocupación por "las prácticas económicas coercitivas e injustas de Pekín, la represión en Hong Kong, los abusos a los derechos humanos en Xinjiang y las acciones cada vez más firmes en la región, incluso hacia Taiwán", según informó la Casa Blanca. China está acusada de haber puesto en marcha un "genocidio" en Xianjiang contra la minoría musulmana uigur.
El recién elegido líder estadounidense también afirmó sus "prioridades de proteger la seguridad, prosperidad, salud y estilo de vida del pueblo estadounidense, y preservar una región Indo-Pacífico libre y abierta".
"Una catástrofe"
Por su parte, Xi Jinping felicitó a Biden por su victoria electoral pero señaló que "una confrontación entre China y EEUU será sin duda una catástrofe para los dos países y para el mundo". Frente a las críticas de Washington, el líder del gigante asiático pidió prudencia y remarcó que EEUU "debería respetar los intereses centrales de China y abordar esas cuestiones con prudencia", según ha indicado el diario estatal chino 'Global Times'. "Son asuntos de soberanía e integridad territorial de China", apuntó.
Los últimos cuatro años la relación entre Washington y Pekín se deterioró dramáticamente durante el mandato de Donald Trump, que puso la primera piedra de una guerra comercial con China con la imposición mutua de costosos aranceles y sanciones contra importantes empresas chinas. Además, Trump culpó a China por la propagación del coronavirus, al que solía llamar "virus chino", y la pandemia, una teoría de la conspiración refutada por organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por ello, Xi mostró su interés por el restablecimiento de "los mecanismos de diálogo entre los dos países para entender de manera acertada las intenciones de las políticas de cada uno y evitar malentendidos y juicios erróneos", según la agencia estatal de noticias Xinhua. El conflicto en Hong Kong y las críticas de Washington también fueron elementos de tensión entre ambas potencias durante la anterior administración.
Los dos líderes también hablaron de la crisis sanitaria del covid-19, así como de "los desafíos compartidos de la seguridad sanitaria mundial, el cambio climático y la prevención de la proliferación de armas", de acuerdo a lo informado por la Casa Blanca.
La conversación telefónica -realizada el miércoles en hora de Washington pero el jueves en hora de Pekín- se produce en la víspera del Año Nuevo lunar, la festividad más importante para los chinos, quienes entrarán en el Año del Buey este viernes. Así, Biden también aprovechó la conversación para "hacer extensibles sus felicitaciones al pueblo chino y les deseó felicidad y buena fortuna durante el nuevo año".