Disidencia en pandemia

Las excepciones al relato triunfante de China

  • El Gobierno acalla las voces de la minoría crítica con la gestión del coronavirus

Ciudadano chino crítico con la gestión del coronavirus / Adrián Foncillas

Wuhan sublima el éxito. La ciudad donde surgió el coronavirus ya lo había domado en marzo con menos de 4.000 muertos mientras el mundo sigue amontonando cadáveres un año después. Hay sobradas razones para el orgullo pero en ese relato de solidaridad y esfuerzo, de pueblo y Gobierno unidos por el fin común, chirrían las voces de una minoría. Son los que perdieron a familiares en las primeras semanas, cuando la información sobre la pandemia era incorrecta o escasa. Ahí confabularon, en porcentajes discutidos, la confusión comprensible que rodea a cualquier nuevo patógeno y la ineptitud y opacidad de las autoridades locales.