Guerra fría

Rusia veta a altos funcionarios de la UE como respuesta a las sanciones por el 'caso Navalni'

  • Tras convocar a varios embajadores europeos, Moscú anuncia restricciones a funcionarios de la UE como respuesta a sus "acciones inamistosas"
  • La decisión se produce un día después de que el propio bloguero difundiera una conversación con uno de sus supuestos envenenadores, en la que le explica detalles del crimen

El opositor ruso Alekséi Navalni en un pasillo del edificio que alberga su fundación anticorrupción en Moscú, en diciembre de 2019. / DIMITAR DILKOFF (AFP)

Nuevo pico de tensión en las relaciones entre Rusia y la UE, baqueteadas desde hace años por un denso mar de fondo de sanciones, desconfianza y recriminaciones. Tras convocar en la sede del Ministerio de Exteriores ruso a los embajadores de Francia, Alemania y Suecia, el Gobierno de Rusia ha anunciado una ampliación en la lista de altos funcionarios e instituciones comunitarias cuya entrada en el país les ha sido vetada. La decisión se produce un día después de la difusión de una conversación entre el bloguero Alekséi Navalni, envenenado en verano durante una gira por Siberia, y uno de los presuntos miembros de la unidad clandestina responsable del ataque químico.

"Vamos a seguir respondiendo a las acciones inamistosas de los países occidentales", se lee en una declaración difundida en la página web del ministerio. "Consideramos la adopción por la UE de medidas restrictivas ilegítimas contra algunos de nuestros ciudadanos bajo el pretexto de su supuesta en el incidente con el ciudadano ruso Alekséi Navalni totalmente inaceptable", sostiene el texto. Eso sí, las autoridades rusas no han mencionado el nombre de los afectados por las contrasanciones.

Más de dos meses

Así las cosas, Moscú ha esperado más de dos meses a responder a las sanciones decretadas por la UE y Gran Bretaña a mediados de octubre contra personalidades rusas vinculadas a la presidencia y a los servicios secretos, entre los que se encontraban Serguéi Kiriyenko, al frente de la Administración Presidencial, o Aleksándr Bórtnikov, director del Servicio Federal de Seguridad (FSB, ex-KGB), un lapso de tiempo extrañamente largo para un Gobierno que, cuando es sancionado, suele aplicar a rajatabla medidas de represalia simétricas. Sin embargo, el anuncio se ha producido apenas unas horas después de la sensacional revelación de una conversación entre el bloguero Navalni con un presunto miembro de la también supuesta unidad clandestina del FSB responsable del envenenamiento, durante la que se habrían revelado numerosos detalles de la operación.

El turbulento estado de los vínculos entre los Veintisiete y el Kremlin, además de la elección de Joe Biden como presidente de EEUU, permiten augurar en los meses a venir nuevos episodios críticos. Durante la campaña electoral norteamericana, Biden ha calificado a Moscú como la "principal amenaza de seguridad" a la que se enfrenta su país, por encima incluso de China. Los embajadores citados este martes en Moscú pertenecen precisamente a países cuyos laboratorios certificaron en su día que Navalni había sido envenenado con Novichok, una familia de agentes nerviosos desarrollado en los años 70 y 80 como parte del programa de armas químicas de la Unión Soviética.