CARRERA A LA CASA BLANCA

Los mineros están con Trump, pese a sus promesas incumplidas

En las cuencas de yacimientos de carbón se ve al presidente como la última esperanza del sector

El declive imparable de esta industria amenaza con llevarse por delante miles de empleos en el país

Clint Blaney, voluntario de las oficinas que buscan votos para el mandatario en Waynesburg / RICARDO MIR DE FRANCIA

Andrew Strahan nunca se planteó qué haría con su vida una vez terminado el instituto. Como su padre, su abuelo y así hasta cinco generaciones de la dinastía Strahan sabía que su futuro estaba bajo tierra, en las minas de carbón de la frontera entre Pensilvania y Virginia Occidental, la mayor cuenca minera de Norteamérica. Hace siete años cerró los libros para siempre y un mes después bajó a su primera galería. “Lo llevo en la sangre, es parte de mi identidad. La alternativa era ir a la universidad, salir de allí endeudado hasta las cejas y sin garantías de un buen trabajo”, dice ahora a sus 25 años mientras masca tabaco y puntúa las frases escupiendo en una botella de Coca-Cola. La mina paga bien, con unos salarios que rondan los 100.000 dólares anuales, pero es un mundo que se está desmoronando de forma inexorable.