MIGRACIONES EN EL MEDITERRÁNEO

Las barcazas de la muerte del Líbano

Ahogados por la crisis económica, muchos libaneses se embarcan a cruzar el mar para poder emigrar a Chipre

"Nuestro propio país nos expulsa, no tenemos nada que perder", reconoce Mohammad Lowweh

Afaf Adulhamid llora por su hijo Mohammed, desaparecido en el mar cuando intentaba llegar a Chipre en un bote, el pasado 17 de septiembre en Trípoli. / HUSSEIN MALLA (AP)

Cada día la furgoneta de Chadi recorre varias veces la carretera que conecta Beirut con Trípoli. Por 5.000 libras -unos 60 céntimos de euro- transporta a viajeros de la capital del Líbano a la segunda ciudad del país. "Esto no es vida: si no trabajo hoy, mañana no como", lamenta el tripolitano, padre de dos niñas. En apenas tres semanas, han salido del puerto de Trípoli 11 barcazas con 348 personas con destino a Chipre, según las autoridades del país europeo. "Todos queremos irnos de aquí, en Europa sí que hay vida", afirma Chadi. El Líbano observa cómo sus ciudadanos parten junto a los refugiados sirios en los "barcos de la muerte". Nunca en tiempos de paz el mar que baña las costas libanesas había sido testigo de tantas despedidas.