elecciones en eeuu

La gran batalla por el Supremo

Trump tiene prisa por por cimentar su mayoría conservadora ante la posibilidad de que las elecciones se decidan en el tribunal

La pugna por el control de la máxima instancia judicial de EEUU inserta un factor inesperado en los comicios de noviembre

Trump junto a la magistrada Amy Coney Barrett, nominada para el Tribunal Supremo. / CARLOS BARRIA (REUTERS)

Las grandes conquistas sociales en Estados Unidos, así como sus periódicos retrocesos, se gestan en la calle, se ensayan en los estados y se pelean en Congreso, pero es a menudo en el Tribunal Supremo donde se acaban decidiendo. Sus nueve jueces vitalicios, nombrados por el presidente de turno cada vez que se abre una vacante, dictan la suerte de las leyes más controvertidas con la Constitución como baremo. Fue allí donde se codificó el régimen de segregación racial (1896); donde empezó a desmontarse con la integración de los colegios (1954); donde se prohibió la discriminación legal de las mujeres (1971); se legalizó el aborto (1973); se avaló el derecho a tener armas en casa (2008) o se autorizó el matrimonio homosexual (2015). Tener el control del Supremo, es tener la llave de los tiempos.