Agentes de seguridad libaneses advirtieron el pasado mes al presidente del país, Michel Aoun, y al primer ministro en funciones, Hasán Diab, de que el almacenaje de 2.750 toneladas de nitrato de amonio en el puerto de Beirut representaba un peligro y que, de explotar, podría destruir parte de Beirut. Dos semanas después se produjo la tragedia, con 163 muertots, decenas de desaparecidos, más de 6.000 heridos y miles de edificios destruidos.
La advertencia forma parte del informe que sobre la explosión ha hecho la Dirección General de Seguridad del Estado, al que ha tenido acceso Reuters, y que incluye una carta, fechada el 20 de julio, en la que se notifica a Aoun y Diab del riego de mantener acumulado ese material químico en el puerto.
"Existía el peligro de que este material fuera robado y pudiera usarse en un ataque terrorista", afirma el funcionario de seguridad del Estado que redactó la carta y que pide el anonimato. "Les advertí que esto podría destruir Beirut si explotaba", añade.
Un portavoz de Diab ha reconocido que el ahora primer ministro -cargo que mantiene en funciones tras dimitir el Gobierno el lunes en bloque- recibió la carta y que después la envió al Consejo Supremo de Defensa en busca de asesoramiento. Aoun, por su lado, confirmó la semana pasada que había sido informado sobre la existencia del material y dijo que ordenó que se encargara del asunto al secretario general del Consejo Supremo de Defensa, un grupo que agrupa a las agencias militares y de seguridad. “Yo no soy responsable”, dijo entonces el presidente a la prensa.
Más avisos previos
La existencia de la carta puede alimentar aún más la ira de la población, por ser un ejemplo más de la negligencia y la corrupción del Gobierno que ha llevado al Líbano al colapso económico. Mientras Diab y su Gobierno en pleno dimitió este lunes, el presidente Aoun se mantiene en el cargo y no ha mostrado intención hasta ahora de renunciar al cargo.
En todo caso, la carta advetencia no fue la única. A lo largo de los últimos seis años, desde que llegó la mercancía al puerto de Beirut, funcionarios de puertos, aduanas y de seguridad, enviaron documentos similares a los jueces para que ordenaran retirar ese material. Nadie hizo nada.