revelaciones del capitán

Un viejo mercante ruso llevó el nitrato de amonio hace siete años a Beirut

La carga procedía de Georgia y su destino era Mozambique, pero el armador ordenó atracar en al capital libanesa para meter en la nave maquinaria

Una disputa legal prolongó la estada de la nave en el puerto durante largos meses y finalmente los pruductos químicos se desembarcaron

El capitán del Rhosus, Boris Prokoshev, y dos miembros de la tripulación en una foto del verano del 2014 mientras permanecían retenidos en el puerto de Beirut y pedían ser puestos en libertad. / REUTERS

Las 2.750 toneladas de nitrato de amonio que estallaron en Beirut la tarde del martes llegaron al puerto de la capital libanesa hace siete años en un viejo buque de carga ruso. Según dijo ayer su entonces capitán, Boris Prokoshev, de 70 años, el buque Rhosus procedía de Georgia y tenía como destino Mozambique, pero en plena travesía el armador ordenó atracar en Beirut para recoger una pesada maquinaria para construir carreteras que debía llevarse a Jordania.

 La maquinaria finalmente no pudo cargarse en el barco de forma segura. «El barco era viejo y la cubierta de la bodega estaba doblada. Decidimos no correr riesgos», afirmó, por su lado, el contramaestre Boris Musinchak. Además, el propietario, de nacionalidad rusa, se vio envuelto en una prolongada disputa legal sobre las tarifas portuarias. 

Sin salario y escasos alimentos

El capitán y los abogados que actuaban en representación de algunos acreedores acusaron al armador  de abandonar el buque y consiguieron que fuera detenido.  

El capitán Prokoshev y tres tripulantes pasaron 11 meses en el barco, el tiempo que duró la disputa legal, sin salario y con suministros limitados de alimentos. A lo largo de este tiempo se descargaron las toneladas de nitrato de amonio y se colocaron en el almacén que estalló. 

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