Los jefes de estado y de gobierno de la UE no han logrado avances sustanciales en la primera jornada de la cumbre convocada este 17 y 18 de julio para tratar de cerrar un acuerdo sobre el fondo de recuperación y el nuevo presupuesto 2021-2027, un paquete de 1,8 billones de euros. Las espadas se mantienen en alto con Holanda, que exige reformas y el control absoluto en el desembolso de las ayudas a los países que recurran al fondo, e Italia y España que defienden un sistema más ágil y condiciones menos duras.
Pese al choque entre norte y sur, "el estado de ánimo es bueno”, aseguraba a media tarde el portavoz del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, tras una primera discusión infructuosa de ocho horas, con almuerzo frío incluido, que ha dado paso a las primeras consultas bilaterales con el tándem Angela Merkel y Emmanuel Macron, el holandés Mark Rutte, sin el resto de los ‘frugales’, el húngaro Viktor Orban y otros dirigentes para tratar de limar resistencias. “La temperatura todavía no ha subido sustancialmente. Parece que los líderes están preservando energías para lo que venga mañana (por la jornada del sábado)”, apuntaba a media tarde otro diplomático sobre una cumbre marcada por la distancia física y las mascarillas para minimizar el riesgo del covid19.
Este primer debate ha permitido a los 27 exponer sus líneas rojas respecto a los ocho grandes obstáculos identificados por Michel en la negociación: el tamaño del nuevo presupuesto, las compensaciones a los países contribuyentes netos, los recursos propios, la distribución entre préstamos y subsidios, los plazos para empezar a pagar la deuda, la clave de reparto de las ayudas, el tamaño del fondo anticrisis y la gobernanza.
La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, obligada a adelantar su boda para que no coincidiera con la cumbre, ha presentado “varias opciones” para reducir el presupuesto y recortar el fondo de recuperación por debajo de los 750.000 millones, uno de los principales objetivos de los ‘frugales’. El presidente francés, Emmanuel Macron, ha devuelto el golpe reclamando la eliminación de los cheques de compensación a los países contribuyentes netos –Holanda, Austria, Suecia y Dinamarca- y Alemania, y que según la propuesta de compromiso de Michel, supondrá un desembolso de más de 45.000 millones en los próximos siete años. Una postura en la que cuenta con el apoyo de España que considera los cheques “regresivos e injustos”.
Rutte insiste en el veto
Pero el gran foco de discordia ha sido de nuevo con Rutte que ha vuelto a reclamar condiciones más duras en el fondo de recuperación y resiliencia, reforma de pensiones y flexibilización del mercado laboral a países como España o Italia y la unanimidad a la hora de autorizar el desembolsar las ayudas. Esto ha provocado el choque con Pedro Sánchez y Giuseppe Conte, que han rechazado durante el debate el veto que pide el holandés para controlar los planes de reforma nacionales y las transferencias.
“La unanimidad no la queremos nosotros ni la quiere nadie. Países Bajos está solo. Ni siquiera el resto de los frugales le apoyan” aunque “sí son más duros que el resto en cuanto al tamaño del fondo”, han explicado fuentes de Moncloa en relación a la intervención del presidente. Para tratar de acerca ambas posturas se ha planteado la posibilidad de que, en caso de que un país no cumpla con las reformas prometidas, se active un freno de emergencia que paralice los pagos hasta que el Consejo Europeo decida, una vía que chocaría con el sur, partidaria de que sea la Comisión Europea quien tenga la última palabra. "No puede ser un sistema de gobernanza tan complicado que al final sea dificilísimo dar fondos", se escudan fuentes de Moncloa.
Se trata del gran escollo que amenaza con hacer descarrilar la negociación y el elemento más problemático en el que ni Sánchez ni Conte, que sí admiten vincular las reformas al semestre europeo ni Rutte están, de momento, dispuestos a ceder. “Es verdad que todo el mundo tendrá que hacer concesiones pero en este momento no estamos en qué se va ceder. Es un paquete. Hay que ver que en todo el paquete el resultado sea bueno”, sostienen fuentes de Moncloa que rechazan también una reducción del fondo. Los 'frugales', en todo caso, tampoco están dispuestos a ceder. "Rechazamos la propuesta actual del fondo de reconstrucción con 500.000 millones en subveciones", ha avisado durante la cena el canciller austríaco, Sebastian Kurz.
Merkel defiende el "compromiso”
Ante las profundas discrepancias en este terreno, Michel ha pedido a los líderes europeos que se centren en resolver otro terreno minado como es la vinculación de los fondos estructurales al respeto del estado de derecho, una línea roja para el húngaro Viktor Orban que cuenta con el apoyo del polaco Mateusz Morawiecki, protagonistas también de algunas bilaterales. El presidente del Consejo Europeo lleva semanas preparando el terreno para lograr un acuerdo antes del parón veraniego pero es evidente que las diferencias siguen siendo grandes.
“Sería deseable pero tenemos que ser realistas. Va a requerir mucha disposición al compromiso” y “por eso espero negociaciones muy difíciles”, auguraba la cancillera Angela Merkel a su llegada a la sede de un Consejo que ha extremado las medidas de seguridad y sanidad debido al covid19. “Estamos obligados todos a llegar a un acuerdo”, ha defendido por su parte Sánchez. “Las posibilidades de llegar a un acuerdo son inferiores al 50%”, auguraba el holandés a su llegada. De momento, la primera jornada de la cumbre terminó sin avances y con Michel suspendiendo la reunión antes de que los ánimos estallaran. Los líderes retomarán las negociaciones este sábado a las 11 de la mañana.