UN MUNDO NUEVO (6)

Estambul ante el espejo del Bósforo

Las aguas del estrecho, uno de los más famosos del mundo, discurren, casi sin tránsito marítimo, apacibles y tranquilas como nunca

La ciudad turca, la mayor de Europa, ha perdido por la pandemia el turismo masivo y descontrolado, una de sus señas de identidad

Es extraño: caminar por calles siempre llenas por miles de personas, un torrente humano de carne y sudor, sin nadie al lado; sin esquivar a nadie. Donde antes había cientos de miles, millones -haciendo una cola infinita para entrar a Santa Sofía, regateando torpemente en el Gran Bazar, comprando helados en la plaza de Sultanahmet o paseando por la avenida Istiklal- ahora ya no hay nadie. Si acaso algunas decenas de curiosos y grupos de policías terriblemente aburridos.