Una de las consecuencias del ‘brexit’ afecta directamente al sector pequero de Francia. En las negociaciones que se abren ahora cara a lograr un acuerdo comercial entre el Reino Unido y la Unión Europea, Londres va a defender con unas y dientes la prohibición de que buques de sus exsocios comunitarios faenen en sus aguas territoriales, lo que significa un duro golpe para barcos como el del capitán Stephane Faiti, que obtiene la mayoría de sus ingresos del pescado capturado en aguas británicas.
Se prevé una dura pugna. Los pescadores franceses ya han empezado a presionar al presidente Emmanuele Macron para que no acepte ningún acuerdo comercial con Londres si el Reino Unido mantiene la prohibición. "Macron no debe ceder ni un ápice al Reino Unido”, afirma el capitán Faiti tras descargar en el puerto de Boulogne-sur-Mer, el puerto pesquero más activo de Francia, do toneladas de calamares, salmonetes y pescadilla.
Los caladeros británicos están entre los más ricos de la zona del Atlántico nororiental. La normativa actual permite que los barcos de la UE pesquen hasta a seis millas náuticas de la costa de Gran Bretaña, pero si no se llega a un acuerdo, el límite será de 200 millas.
Demasiadas concesiones
En ese caso, el barco del capitán Fait no podrá pescar más allá de la linea separa las aguas territoriales francesa y británica en el Canal de la Mancha. Sería "muy, muy grave" que los británicos prohibieran a los barcos franceses faenar en aguas del Reino Unido, dijo el ministro francés de Agricultura, Didier Guillaume. "Podría haber medidas de represalia", añadió.
En todo caso, recuperar el control de las aguas británicas ha sido uno de los objetivos de los activistas del ‘brexit’. Los pescadores británicos dicen que se hicieron demasiadas concesiones cuando el Reino Unido entró a formar parte de la entonces Comunidad Económica Europea en 1973.