Escándalo político

La justicia de Brasil eleva a 17 años de cárcel la segunda condena para Lula

El ex mandatario es acusado de blanqueo de capitales en una causa que califica de abiertamente política

Lula recuperó la libertad semanas atrás después de haber estado en prisión desde abril de 2018

Un tribunal de Brasil amplía a 17 años la condena contra Lula. / NELSON ALMEIDA / AFP / VÍDEO: EUROPA PRESS

"Ganaré cada demanda dejando al descubierto las mentiras. Mi inocencia está probada en el expediente del caso. No tienen pruebas, lo que tienen es una tesis: Lula no puede estar libre". El expresidente brasileño esperaba el dictamen al caer la noche del miércoles y por eso se anticipó unas horas a la decisión de los jueces de la sala octava del Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región que ratificó y elevó cinco años, hasta 17, una segunda condena por corrupción y blanqueo de capitales en su contra. La defensa de Luiz Inácio Lula da Silvañal calificó el fallo de abiertamente tendencioso. "Hemos visto argumentos políticos que se presentan en lugar de argumentos legales. La cuestión de la ley ha sido despreciada", señaló Cristiano Zanin Martins, el abogado del fundador del Partido de los Trabajadores (PT). Y añadió: "no hay nada que justifique que un tribunal de apelaciones tome una decisión que no está en línea con el Tribunal Supremo".

Lula podrá apelar el fallo en libertad gracias a una reciente decisión de la más alta instancia judicial brasileña que le abrió la puerta de su celda el pasado 8 de noviembre. El ex dirigente sindical había sido condenado por el entonces juez Sergio Moro en el marco de una causa por corrupción que que es amp

Los argumentos de los jueces

Los jueces de segunda instancia votaron primero en contra de anular el proceso, como había solicitado la defensa del expresidente basándose un reciente fallo del Tribunal Supremo. Concluyeron luego que quedó comprobado que Lula se benefició de las obras por cerca de un millón de reales (unos 236.000 dólares) que las constructoras Odebrecht y OAS hicieron en una casa de campo situada en el municipio de Atibaia (Sao Paulo) a cambio de favorecer a las empresas en contratos con la estatal Petrobras.

El instructor del caso, Joao Pedro Gebran Neto, manifestó que "poco importa la cuestión sobre la propiedad de casa de Atibaia", pues el "hecho es que Lula usaba el inmueble", formalmente registrado a nombre del empresario Fernando Bittar. "Tenemos amplia documentación de pruebas, con informes periciales, documentos, bienes, referencias de testigos de que él (Lula) utilizaba el inmueble", destacó el magistrado en su voto. 

Tras el dictamen, Zanin Martins aludió a la inconsistencia de las acusaciones. "El Supremo ya dictaminó que todas las delaciones relacionadas con el caso Atibaia deben ser revisadas por la Corte Federal de São Paulo. Sin embargo, las declaraciones de los denunciantes han sido ampliamente utilizadas para apoyar el mantenimiento de la condena". La dprefensa del ex mandatario reclamará su absolución por falta de pruebas.

El papel de Lula en libertad

El dictamen se conoce en momentos que Lula intenta a articular un gran frente político contra el Gobierno de ultraderecha. El primer paso al salir de la prisión de Curitiba fue  a movilizar a la adormecida izquierda  que no ha podido todavía recuperarse de la derrota electoral en las presidenciales de 2018 frente al capitán retirado Jair Bolsonaro.

"Quiero hablar con mucha gente. Quiero escuchar lo que los economistas tienen que decir. Quiero ver a este país sonreír de nuevo. Y tú que eres un hombre de Bolsonaro tienes que saber que Lula no vino a pelear. Quiero hacer política de alto nivel. Quien quiera pelear luchará solo", señaló en su cuenta de Twitter el mismo día en que esperaba la sentencia desfavorable.

La recuperación del protagonismo por parte del ex presidente sacó de las casillas al Gobierno entre otras razones porque coincide con la tendencia a la baja en la popularidad de Bolsonaro: casi un 52% de los brasileños desaprueban su gestión.