TERRORISMO YIHADISTA

El ministro francés del Interior descarta dimitir por los fallos que permitieron el atentado en la Prefectura de Policía

Castaner admite que hubo "deficiencias" pero insiste en que la información sobre la radicalización del agresor no había llegado a la cúpula policial

El ministro del Interior, Christophe Castaner, en la Asamblea Nacional. / AFP / THOMAS SAMSON

El ministro francés del Interior, Christophe Castaner, ha admitido este domingo que “evidentemente hubo deficiencias” que hicieron posible el atentado cometido hace tres días por un auxiliar informático que mató a cuatro personas en la Prefectura de Policía de París.

Sin embargo, ha descartado dimitir como le reclama la oposición. “Esa cuestión no se plantea”, ha indicado Castaner durante una entrevista en TF1. Asimismo, ha insistido en que “nada” en el informe administrativo del agresor que se le remitió poco después del drama indicaba signos de radicalización.

El análisis del teléfono móvil y los interrogatorios realizados en el entorno del autor del ataque, Mickaël Harpon, de 45 años, han llevado a los investigadores a la conclusión de que defendía una visión radical del Islam, al que se había convertido en el 2009. Un primer síntoma de radicalización se observó cuando justificó el ataque yihadista cometido en enero del 2015 contra la revista 'Charlie Hebdo'.

Denuncia truncada

Algunos colegas que observaron “un comportamiento anormal” pidieron denunciarlo, pero el servicio en el que trabajaba Harpon decidió finalmente no hacerlo. “Los policías encargados de cuestiones de radicalización volvieron en septiembre del 2015 para preguntar por el asunto y les respondieron: "Va bien, lo gestionamos de manera interna”, ha explicado el ministro.

La Fiscalía Nacional Antiterrorista, encargada de la investigación, deberá determinar dónde se produjo el error que permitió a un individuo radicalizado permanecer en un departamento donde se maneja información sensible, al tratarse de un servicio emblemático de la lucha antiterrorista.

Investigación interna

El primer ministro, Edouard Philippe, que dice mantener su confianza en el titular de Interior, ha anunciado que la Inspección General de Información realizará dos investigaciones. Una para ver qué falló y otra para detectar posibles amenazas internas, esto es, empleados como Harpon que hayan pasado inadvertidos pese a mostrar signos de extremismo.

En definitiva, se revisarán los procedimientos de detección y tratamiento de la radicalización en cada departamento de los servicios secretos implicados en la lucha contra el terrorismo. “El riesgo cero no existe, pero nuestra responsabilidad es no aceptar defectos y cerrar la malla de la red”, ha subrayado Philippe en ‘Le Journal de Dimanche’.

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