El presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó que "el odio no tiene cabida" en el país, a la vez que citó problemas de "salud mental" al comentar los tiroteos de Ohio y Texas, que dejaron 29 muertos y decenas heridos el fin de semana.
"El odio no tiene cabida en nuestro país", afirmó Trump a los periodistas antes de embarcar en el avión presidencial rumbo a Washington tras pasar el fin de semana en su club de golf de Bedminster, Nueva Jersey.
Problemas de salud mental
En unas breves declaraciones, acompañado de su esposa Melania, el mandatario indicó que los tiroteos eran parte "de un problema de salud mental". Evitó, sin embargo, responder a las preguntas acerca del supuesto manifiesto anti-inmigrante publicado por el sospechoso de la masacre de El Paso, Texas.
Las autoridades federales ya han anunciado que tratarán el tiroteo en Texas como un acto de "terrorismo doméstico" mientras que aún están investigando la motivación del ocurrido en Ohio.
Frenar la violencia
En ambos casos, los sospechosos son hombres jóvenes de raza blanca. Patrick Crusius, de 21 años, se encuentra detenido en la cárcel del condado de El Paso; mientras que Connor Betts, fue abatido durante el tiroteo en Dayton, Ohio, por las fuerzas de seguridad.
Trump señaló que había hablado con los gobernadores de Texas y Ohio, así como con el fiscal general William Barr, y miembros del Congreso para ver qué medidas se podrían aplicar para frenar la violencia con armas de fuego en los EEUU. Anunció, además, que este lunes ofrecerá una declaración oficial sobre los tiroteos desde la Casa Blanca.