MOVILIZACIONES CONTRA EL GOBIERNO REGIONAL

Hong Kong, en alerta por la nueva ola de protestas contra la ley de extradición a China

Decenas de miles de personas se manifiestan contra la erosión de libertades que supone la norma

Protestas en Hong Kong por la ley de extradición. / ANTHONY WALLACE (AFP / VÍDEO: EFE)

Decenas de miles de personas han marchado este domingo en Hong Kong en unas protestas antigubernamentales que evidencian el rechazo al proyecto de ley de extradición, transformado en un nuevo frente contra lo que muchos ven como una erosión de las libertades por parte de Pekín.

Hong Kong sigue en la senda del caos, sin solución a la vista y sumando elementos inquietantes a la ecuación. Son casi dos meses de enfrentamientos con la certeza de que lo peor está por llegar. Los jóvenes han terminado la manifestación de este domingo zurrándose con la policía en el centro de Hong Kong, lo que ya constituye una tradición, mientras en la zona de Nuevos Territorios, y esto es una novedad, grupos de hongkoneses prochinos y activistas se han liado a guantazos. Ayer, para sumar preocupaciones al asunto, la policía había detenido a un tipo relacionado con el movimiento prodemocrático al que se le descubrieron poderosas bombas caseras.

Cientos de miles de activistas autodefinidos como prodemocráticos se han reunido esta tarde en la plaza de la Victoria y han marchado con sus camisetas negras hacia el centro de la ciudad. El patrón ya es conocido: una marcha pacífica de varias horas hasta que los ánimos se caldean al anochecer. Miles de jóvenes se han desviado del recorrido oficial para asediar de nuevo la oficina central de policía de Wanchai. Allí han lanzado huevos y globos de pintura e insultado a los agentes, a quienes acusan de haberse excedido en anteriores protestas. Otros jóvenes han repetido las consignas y los lanzamientos variados sobre la oficina de relaciones de Pekín.

Gases y porras

Los enfrentamientos se han recrudecido cuando la movilización ha intentado proseguir más allá del recorrido pactado y acercarse a los edificios gubernamentales de Admiralty. La tensión creciente de las últimas semanas y el recuerdo aún fresco del saqueo del Parlamento habían recomendado al Gobierno isleño extremar la precaución. Las jóvenes han atacado con ladrillos y botellas mientras la policía recurría a los gases y las porras. A medianoche, cuando el fragor finalmente menguaba, se conocía que en el otro extremo de la excolonia, grupos con camisetas blancas se enfrentaban a todo aquel que parecía llegar de la manifestación diurna.

La sociedad hongkonesa amenaza con fracturarse sin remedio entre los jóvenes idealistas y sectores más pragmáticos y preocupados por la dinámica del caos en la que está sumida una ciudad que necesita el sosiego para seguir siendo un centro financiero de referencia. Miles de estos marcharon ayer en una manifestación para defender a su Gobierno y pedir el fin de la violencia.