ELECCIONES EN ISRAEL

El general capaz de destronar a Netanyahu

Benny Gantz es el primer rival del primer ministro israelí en los últimos diez años que tiene posibilidades de arrebatarle el puesto

El líder de la coalición Azul y Blanco podría ganar las elecciones generales del 9 de abril en Israel, pero le resultará difícil formar una coalición de gobierno

Benny Gantz posando con sus seguidores en plena campaña electoral en Israel.  / Amir Cohen (Reuters)

Por primera vez en diez años, el primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, se enfrenta a un rival que podría destronarlo. Un principiante en política que carece de su retórica y poder de manipulación, pero con credenciales militares para vencer a Mr. Seguridad. Su nombre es Benny (Binyamin) Gantz, ex-jefe del Estado Mayor del Ejército israelí entre 2011 y 2015, un período en que las fuerzas israelís lanzaron dos ofensivas en Gaza -2012 y 2014-. La última devastó la franja.

Netanyahu definía entonces a Gantz como un hombre "de gran calidad, ético, responsable, equilibrado y atento". Ahora lo describe como "un izquierdista débil" con problemas mentales que se aliará con los partidos árabes. Algunos familiares de Gantz, de 59 años, son laboristas, pero él se presenta como centrista. Creó la formación Resiliencia por Israel y aglutinó a una muralla de generales para formar la coalición Azul y Blanco: el exministro de Defensa del Likud Moshe Yaalon, el exjefe de las fuerzas israelíes Gabi Ashkenazi y Orna Barbivai, la primera mujer con rango de general en el Ejército israelí. Al frente militar se sumó el partido centrista Hay Futuro, liderado por el extitular de Finanzas Yair Lapid.

"Sociedad dividida"

Si gana las elecciones del 9 de abril y puede formar gobierno -punto complicado porque la mayoría de fuerzas son de derechas-, Gantz ha prometido enderezar un país "que ha perdido su camino" y recomponer una "sociedad dividida" que solo unirá una figura del ejército. En Israel, el pedigrí militar puede dar más réditos que la experiencia política.

Hijo de supervivientes del Holocausto, procedentes de Hungría y Rumanía, Gantz nació en Kfar Ahim, localidad fundada sobre Kastina, aldea palestina arrasada. Se alistó a los 18 años en el cuerpo de paracaidistas del Ejército israelí e inició una carrera militar fulgurante de cuatro décadas. Su primera misión fue garantizar la seguridad del presidente egipcio Anwar al Sadat en su visita a Israel en 1977. En 1982 participó en la invasión del Líbano, en el 1991 lideró el comando israelí que evacuó de Etiopía a miles de judíos en 36 horas. En el 1994, se encargó militarmente de la ciudad de Hebrón, en el territorio palestino ocupado de Cisjordania, tras la masacre de 29 palestinos por un extremista judío.

Gantz, judío secular, fue el máximo oficial israelí en el sur del Líbano ocupado y el último israelí que se retiró de allí en el 2000. Asegura haber cerrado la puerta de la frontera. Estuvo al frente de la división de Cisjordania cuando estalló la Segunda Intifada en el 2000 y luego sirvió como agregado militar israelí en Washington. Durante la guerra del Líbano del 2006, encabezó las fuerzas terrestres israelís, criticadas por su actuación. Pero "ningún fallo detuvo su carrera" según un militar citado por el diario israelí Haaretz.

"Luchar por la paz"

Durante la campaña electoral ha difundido un vídeo en el que se jacta de haber devuelto partes de Gaza "a la Edad de Piedra", ha lanzado advertencias a Hamás y se ha referido duramente a Irán. Pero a la vez ha prometido "luchar por la paz" y buscarla mediante una conferencia regional con países árabes cercanos a Israel, y ha elogiado a Isaac Rabin, primer ministro asesinado en 1995 tras firmar los Acuerdos de Oslo (1993).

Gantz garantizará la mayoría y la identidad judías de Israel, aunque enmendará la Ley Básica del Estado Nación Judío para que se preserve la igualdad entre todos los ciudadanos. Además, limitará los mandatos de un mismo primer ministro, instaurará transporte público en Shabat (día sagrado judío) y matrimonios civiles e invertirá más en educación y sanidad. Casado y padre de cuatro hijos, Gantz necesita los votos de israelís de centro y derecha que lo ven como un candidato de aire patricio que no conecta con ellos.