Theresa May logró arrancar el viernes el respaldo “colectivo” de su gobierno para un nuevo plan sobre el futuro de las relaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea. Concluía así una dramática reunión en la residencia oficial campestre de Chequers del gabinete, que había comenzado a las diez de la mañana y terminó caída la noche. Tras meses de verse sometida a las presiones de las dos facciones enfrentadas e irreconciliables dentro de su gobierno, May se ha inclinado finalmente por un ‘brexit’ suave, tras como reclamaba el mundo empresarial y el sector coemrcial.
Zona de libre comercio
“Hemos tenido unas buenas discusiones en detalle. Lo que hemos acordado es crucial. La creación una zona de libre comercio entre el Reino Unido y la Unión Europea que establecerá una normativa común para bienes industriales y productos agrícolas”, señaló May ante las cámaras al término del encuentro. “Como resultado se evitarán fricciones en el campo de comercio, lo que protege el empleo y las formas de sustento, al mismo tiempo que cumplimos nuestro compromiso con Irlanda del Norte”, afirmó. “También hemos acordado un nuevo modelo aduanero favorable a las empresas, que nos dará libertad para cerrar acuerdos comerciales en otras partes del mundo”.
El Reino Unido propone además un “marco institucional conjunto” que asegure la “interpretación y aplicación consistente” de los acuerdos bilaterales británico-comunitarios, que tendría en cuanta la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Justicia e incluiría mecanismos de resolución de disputas. Este punto es anatema para los defensores del ‘brexit’ duro.
Una vez más, May ha evitado, aunque sea por el momento y en precario, una crisis que amenazaba su autoridad y liderazgo. Al menos siete ministros, con el titular de Exteriores, Boris Johnson, a la cabeza, rechazaban los planes de May de suavizar la ruptura con Bruselas. El grupo en favor de la separación sin concesiones a la UE se había reunido la víspera del encuentro de Chequers para preparar el contrataque. A la llegada a la mansión todos los presentes debieron dejar a la entrada móviles y relojes Smart para evitar filtraciones. Había rumores de dimisiones y una tensión evidente. La primera ministra había hecho un llamamiento a los rebeldes para que cumplieran con su deber y respaldaran el plan.
Rechazo de los eurófobos
Es pronto para decir si las aguas se han calmado y el borrador de 120 páginas se transformará en la propuesta firme del Reino Unido a Bruselas para desbloquear las negociaciones del ‘brexit’. La propuesta es inaceptable para un grupo radical de eurofobos del partido conservador en el parlamento, que tiene su peso y será difícil de convencer. El texto del Libro Blanco deberá ser publicado la próxima semana.