CRISIS HUMANITARIA

Indignación por la muerte de al menos tres bebés en un naufragio al intentar llegar a Europa

Las duras imágenes recuerdan la historia de Aylan Kurdi

Las fuerzas de seguridad de Libia rescatan el cuerpo de un bebé tras el naufragio de un bote que trataba de llegar a Europa. / AFP / Mahmud Turkia

La historia de Aylan Kurdi, el niño kurdo de tres años que apareció ahogado en una playa de Turquía, por desgracia se repite. Al menos tres bebés murieron el viernes en el naufragio de un bote neumáticonaufragio  que trataba a de llegar a Europa desde las playas de Libia, y las imágenes de los miembros de seguridad libios transportando los cuerpos de los pequeños han causado indignación en las redes.

"En el bote navegan unas 120 personas. La mayoría de nacionalidad subsahariana, pero también marroquíes y yemeníes. Hasta el momento se han recuperado los cadáveres de tres bebés", detalló una fuente.

El personal libio rescató a 16 personas, siendo todas ellas "hombres jóvenes" que fueron trasladados a un centro de detención en la zona de Al Hamdiya, a unos 25 kilómetros al este de Trípoli, donde son tratados de diversas heridas, explicó la misma fuente.

Sin embargo, según los testigos, además de los bebés citados, en la embarcación precaria navegaban dos bebés más y tres niños menores de 12 años, aparte de una docena de mujeres, señaló la fuente, que citó el relato de los rescatados.

El naufragio se produjo a unas 25 millas náuticas de la ciudad de Qarabuli, lugar de partida de la embarcación, al parecer a causa de un incendio que se desató después de que produjera un fallo en el motor.

Las playas que se extienden entre Trípoli y la frontera con Túnez se han convertido los últimos dos años en el principal bastión de las mafias que trafican con seres humanos, pese a la presencia de patrulleras europeas.

Justo ayer, Unicef llamava a los estados de la UE a "actuar juntos" para salvar la vida de los más pequeños.

Decepción en asociaciones de derechos humanos y oenegés

Asociaciones de derechos humanos y oenegés han expresado su decepción ante los acuerdos alcanzados ayer en Bruselas y han lamentado que se haya perdido una ocasión para crear un sistema de asilo unificado.

Save the Children ha criticado que los jefes de Estado no se hayan elevado "por encima de sus intereses nacionales" y no hayan establecido "una dirección clara en la política migratoria europea". Las propuestas sobre centros de control voluntarios centros regionales de desembarco siguen siendo "vagas y generan serias dudas sobre la detención de los niños y sus familias", según la oenegé, que teme que el sistema de plataformas de desembarco puedan convertirse en centros de detención de facto, y que sea "otra experiencia traumática" para los menores que acaban de "pasar por una travesía tan difícil y peligrosa".

Alianza por la Solidaridad ha considerado que el Consejo Europeo "hace de Europa una fortaleza más infranqueable" y que lo que prevalece es "la plena externalización de las fronteras, más que la protección de las personas y un avance serio para conseguir una política migratoria común que regule los flujos migratorios de manera legal y segura para las personas". Para esta oenegé, las plataformas regionales de desembarque no pueden realizarse sin el consenso de los países africanos involucrados.

Para Oxfam Intermón, la UE "debería haber abordado los defectos de nuestro actual sistema de asilo para dar una respuesta efectiva y humana a la migración, y no solo para reaccionar a las disputas políticas internas". "La migración bien gestionada y un sistema de asilo eficaz van más allá de los centros de desembarco, y son parte esencial de una economía y una cultura europeas sanas", según la oenegé, que ha señalado que Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, no tenía que haber cedido a las presiones de otros estados miembros que abogan por crear centros cerrados tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.

Cáritas Europa ha deplorado que "la Europa fortaleza prevalezca sobre una Europa acogedora". "El miedo a la migración ha llevado a los líderes de la UE a centrarse en un mayor control fronterizo y la externalización de las políticas de asilo y migración", ha señalado la oenegé, que ha advertido de que en la plataforma regional de desembarco  se debe respetar la Convención de Ginebra y la Convención Europea de Derechos Humanos, y proteger el derecho de asilo en los Estados de la UE.

Unicef, por su parte, ha instado a la UE y a los Estados "a actuar coordinados, unidos y a tiempo para salvar las vidas de los niños refugiados y migrantes antes de llegar a Europa, así como a abordar la incertidumbre e inseguridad que soportan a su llegada". Unicef considera que los centros de desembarco deben proporcionar una primera acogida, una tramitación rápida y un acceso fácil y efectivo a una reubicación rápida de los niños y sus familias en lugares adecuados y ha pedido que los menores nunca sean detenidos debido a su estatus migratorio o el de sus padres.