Rusia no ha tardado en responder a la ofensiva diplomática de EEUU y la UE, basada en expulsar a diplomáticos rusos de sus respectivos países como represalia por el envenenamiento en la localidad de Salisbury, en el Reino Unido, del exespía Serguéi Skripal y su hija Yuli.
El ministero de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, acaba de anunciar la decisión del Kremlim de cerrar el consulado estadounidense en la ciudad de San Petesburgo, la segunda más importante de Rusia. La medida implica también la expulsión de más de un centenar de diplomáticos occidentales, 60 de los cuales estadounidenses.
Convocado el embajador
Antes de hacer pública la decisión, el Kremlin convocó al embajador de Estados Unidos en Moscú, John Huntsman, para comunicarle las medidas "Literalmente, en estos momentos el embajador norteamericano ha sido citado en la Cancillería, donde se le está comunicando el contenido de las medidas de respuesta contra Estados Unidos", dijo el ministro de Exteriores ruso, Lavrov, en rueda de prensa.
Lavrov precisó que esas medidas son similares a las adoptadas este lunes por Washington, que expulsó a 60 diplomáticos rusos, además de retirar la autorización para el funcionamiento en San Petersburgo de un consulado general estadounidense. También ha dicho que se trata de una medida recíproca.
Desde que estalló la crisis diplomática, un total de 20 países, entre ello España, con dos diplomáticos, decidieron expulsar a funcionarios rusos, en total y hasta ahora 150.