Un grupo de jóvenes de la ciudad de Tairua, en la costa este de Nueva Zelanda, construyeron una isla para evitar la multa por beber en público la noche de fin de año. Los jóvenes, que hicieron la isla con arena de la playa horas antes de que empezara la celebración, alegaron que no podían ser multados porque estaban bebiendo en "aguas internacionales".
Los chicos instalaron una mesa de picnic y observaron los tradicionales fuegos artificiales desde el pequeño islote. Las imágenes en seguida empezaron a circular por las redes sociales y se hicieron virales.
En el distrito de Thames-Coromandel, donde se sitúa la ciudad costera de Tairua, se puso en marcha este año una ley que prohíbe el consumo de alcohol en público y que prevé sanciones de hasta 150 euros para aquellos que no la cumplan.
Sentido del humor
Sin embargo, las autoridades policiales de la localidad se tomaron la acción de estos jóvenes con sentido del humor. El jefe de la policía local, John Kelly aseguró que le parecía una "idea creativa" y que "de haberlo sabido, también hubiera participado".
La alcaldesa del distrito, Sandra Goudie, también decidió hacer mofa sobre el asunto y presumió de la "ingeniosidad de la gente de Coromandel". "Se trata de una cuestión de cretividad, la realidad legal es algo diferente", declaró Goudie.