Por segundos. La pericia y atención en la carretera del conductor y unos excelentes frenos han evitado la tragedia. El niño de la imagen se ha salvado por los pelos de ser atropellado por un camión de gran tonelaje. Los hechos han ocurrio en una carretera secundaria en Noruega.
Un grupo de chicos bajan de un autobús y dos de ellos se dirigen al otro lado del asfalto. A pesar de carecer de visibilidad, no se preocupan por mirar, por precaución, si algún vehículo se acerca en dirección contraria por el otro carril, como así sucede.
Uno de ellos da el paso de más que le sitúa frente al camión cuyo conductor, en un gran acto de reflejos, presiona el freno y controla al vehículo, mientras que el niño se apresura a salir corriendo.
Sin duda ayuda también el hecho de que todavía no han llegado a esta parte del país nórdico las grandes nevadas. Eso hubiera dificultado más aún la maniobra de frenado del camionero.