La ONU ha pedido a las autoridades de Bangladés que tomen medidas para permitir la entrada a los más de 15.000 rohingyas que siguen “estancados” en el lado birmano de la frontera. Desde el domingo, una nueva oleada de refugiados ha abandonado Birmania para dirigirse a Bangladés.
El organismo internacional ha exigido que se agilice la entrada de estas personas y se relocalicen en zonas más seguras y donde tengan mejores condiciones. En esta línea, el portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Andrei Mahecic, ha expresado en una rueda de prensa en Ginebra, su “profunda preocupación por las condiciones humanas en la frontera de Bangladés”.
Cuidados básicos
Desde que empezó la violencia, en agosto de este año, ya son más de 582.000 los rohingyas que se han visto obligados a abandonar su hogar. Mahecic ha alertado que los desplazados carecen de cuidados básicos como ayuda sanitaria y alimentos.