Dimite el jefe del Estado Mayor francés en protesta por el recorte en Defensa impuesto por Macron

La salida del general De Villiers abre una crisis inédita con el Elíseo

El joven presidente impone su autoridad al Ejército

El dimitido jefe de Estado Mayor de Defensa, Pierre de Villiers. / ETIENNE LAURENT

El jefe del Estado Mayor de los Ejércitos, el general Pierre de Villiers, ha oficializado este miércoles su dimisión tras la agria , durante la última semana. Conocido por hablar sin tapujos y decidido a defender los recursos necesarios para el buen funcionamiento de sus tropas, De Villiers montó en cólera al saber que el Gobierno recortaría este año en 850 millones de euros el presupuesto de Defensa destinado al equipamiento de los soldados en el exterior.

Se quejó ante Macron y lo hizo también ante los diputados de la comisión de Defensa de la Asamblea Nacional. Fue a puerta cerrada pero sus palabras acabaron saltando a la prensa. “No me dejaré joder así”, aseguró De Villiers. Conociéndole, la expresión no sorprendió ni a parlamentarios ni a subordinados pero irritó de tal forma al presidente que, en el tradicional mensaje dirigido a las Fuerzas Armadas en vísperas del desfile militar del 14 de julio, le lanzó una advertencia en toda regla.

No es digno sacar a relucir ciertos debates en la plaza pública”, le dijo Macron. De paso, le recordó que, en Francia, el jefe de las Fuerzas Armadas es el presidente y que no admitiría presión alguna para alterar sus planes presupuestarios. La reprimenda fue percibida por muchos militares como una humillación innecesaria del general, un hombre muy respetado dentro y fuera del Ejército.

La crisis entre el Elíseo y la cúpula militar, inédita en la V República, había alcanzado su cénit. La tensión fue evidente en el desfile del 14 de julio cuando ambos recorrían juntos los Campos Elíseos a bordo de un vehículo militar. La situación de De Villiers era insostenible y el propio Macron le mostró la puerta de salida este domingo en ‘Le Journal de Dimanche’. “Si hay algo que enfrenta al jefe del Estado Mayor con el presidente de la República, el jefe del Estado Mayor cambia”, declaró.

Este miércoles, De Villiers justificaba su decisión alegando “no estar en condiciones de poder mantener un modelo de Ejército que garantice la protección de Francia y de los franceses hoy y mañana”. El aumento presupuestario ha sido un caballo de batalla permanente del general dimitido.

Francia tiene desplegados 30.000 militares para combatir el yihadismo en el Sahel y en la zona sirio-iraquí. Además, tras los atentados del 2015 unos 10.000 efectivos patrullan las calles de las principales ciudades francesas. El pasado febrero De Villiers había alertado del estado lamentable de los equipamientos de las tropas, pero el joven presidente no se ha dejado convencer, como hizo su predecesor.

AUTORITARISMO EXCESIVO

“Lo que ha hecho Macron es pitar el final del partido para todo el mundo: ministerio de Economía, Parlamento y militares. Todos los que estos últimos años jugaban a presionar para imponer al presidente lo que tenían en la cabeza”, sostiene en ‘Le Monde’ el historiador Philippe Vial.

Algunos comentaristas ven también en la férrea actitud de Macron un intento por atajar posibles conflictos de intereses entre el ministerio de Defensa y la industria armamentística. En cualquier caso, se ha impuesto a un estamento militar que durante la campaña electoral dudaba de su capacidad para comandar a las Fuerzas Armadas.

La crisis ha tenido su réplica política. La oposición reprocha a Macron un exceso de autoritarismo, incompetencia y arrogancia en la gestión del conflicto, así como de poner en peligro las misiones militares al privarles de recursos.

Para situar el déficit por debajo del 3%, el Gobierno recortará en 4.500 millones de euros el gasto público en el 2017. Ningún ministerio se salvará del tijeretazo. No obstante, Macron se ha comprometido a llevar el gasto en defensa al 2% del PIB en el 2025, en línea con los objetivos de la OTAN.   

François Lecointre, héroe de la guerra de Bosnia

Emmanuel Macron ha reemplazado inmediatamente al general Pierre de Villiers al frente del Estado Mayor. El hombre que ocupará el cargo es François Lecointre, el capitán que, como casco azul, el 27 de mayo de 1995 lanzó contra una posición serbia en Sarajevo el ataque que marcaría un hito en la guerra de Bosnia. “Un héroe reconocido como tal en el Ejército”, ha dicho de él Macron. A sus 55 años, su principal misión será la de aplicar la futura ley de programación militar en un contexto presupuestario ajustado.