El autor del atentado en el concierto de Ariana Grande en Manchester ha sido identificado por la policía como Salman Abedi, un británico de 22 años nacido en la ciudad inglesa, de padres libios. Los investigadores están tratando de determinar si Abedi actúo solo o forma parte de una célula terrorista y si alguien le ayudó a construir el explosivo con el que cometió la masacre. Medios británicos como 'The Guardian' o 'The Sun' han publicado ya fotos del terrorista.
Su identidad pudo ser establecida tras el registro de una vivienda en Fallowfield, un suburbio de Manchester. Artificieros de la lucha antiterrorista llevaron a cabo una detonación controlada para entrar en el inmueble. También fue detenido un joven de 23 años, sospechoso de estar vinculado al ataque, que fue reivindicado por el autodenominado Estado Islámico, sin poderse comprobar la veracidad de esa aseveración.
La primera ministra, Theresa May, viajó a Manchester donde se entrevistó con miembros de los equipos que participaron en el rescate de las víctimas y visitó a algunos de los heridos. A primera hora de la mañana, May había reunido al comité de seguridad nacional Cobra y volvió a convocarlo por la noche en la residencia de Downing Street. Tras cotejar los datos de las investigaciones en marcha, May decidió elevar el nivel de amenaza terrorista de severo a crítico, lo que implica la posibilidad de un atentado inminente.
"No podemos ignorar la posibilidad de que un grupo más amplio de individuos esté relacionado con el atentado de Manchester", ha declarado la 'premier' británica, que ha señalado que las fuerzas armadas podrían reforzar a la policía en las medidas de seguridad de eventos públicos como conciertos o torneos deportivos.
SEGURIDAD REFORZADA
Lo que está claro es que May reforzará la presencia policial y la vigilancia en la mayoría de estos eventos a fin de tranquilizar a los ciudadanos. Francia, que ha sufrido en carne propia este tipo de ataques, anunció una medida similar. El atentado ha ocurrido en un concierto en el que participaban miles de personas, cuando están a punto de iniciarse las grandes celebraciones estivales, algunas de ellas tan populares como el torneo de tenis de Wimbledon o los conciertos al aire libre en Hyde Park. Scotland Yard pondrá en marcha la Operación Hércules, un despliegue de agentes armados que reforzarán la seguridad en los eventos multitudinarios durante los meses de estío.
La vigilancia será más férrea los fines de semana en los estadios de Wembley y Twickenham, indicó la comandante Jane Connors. ”Estamos decididos a hacer todo lo que esté en nuestra mano para proteger la capital. Eso significa que en los próximos días, cuando vaya a una sala de música, a hacer compras, vaya a trabajar o ponga rumbo a fantásticos eventos deportivos, va a ver más oficiales (de policía), incluidos algunos armados”. Los controles también se extenderán a eventos “más reducidos”, que hasta ahora no requerían especial vigilancia.
EVENTOS DE VERANO
May prometió destinar “todos los recursos necesarios para la policía, de manera que pueda hacer el trabajo que necesite”. La primera ministra pidió a los británicos que “continúen disfrutando de los eventos de verano, sintiéndose seguros”, aun reconociendo lo “horrendo” del ataque en el Manchester Arena. “Está claro que no vamos a dejar vencer a los terroristas. Nuestros valores van a prevalecer”, afirmó.
Los partidos políticos suspendieron este martes la campaña electoral para los comicios generales del 8 de junio. El atentado se ha producido con el Parlamento cerrado, tras su disolución, por la convocatoria de elecciones anticipadas. La tragedia condujo a una tregua inmediata de las hostilidades políticas. Todos los líderes hicieron piña a la hora de condenar la nueva herida infringida por el terrorismo. El líder laborista, Jeremy Corbyn, se puso en contacto con May y ambos decidieron de mutuo acuerdo suspender la campaña electoral hasta nueva fecha. El jefe de los liberales demócratas, Tim Farrow, canceló por su parte la visita electoral que tenía previsto realizar a Gibraltar.