ESTADOS UNIDOS

Trump pone en su diana las contrataciones de extranjeros

El presidente de EEUU firma una orden ejecutiva que dificultará a las tecnológicas fichar talentos

La medida busca también dar prioridad a empresas locales en contratos públicos

Imagen aéra de Silicon Valley, en San Francisco, California.

Al cabo de 89 días de llegar a la Casa Blanca, con ciertas bases visiblemente preocupadas por un Gobierno más tradicionalista y cercano al establishment de lo que habían augurado o esperado y que ha ido deshaciendo promesas como la de denominar a China un manipulador de la moneda, Donald Trump ha vuelto a envolverse en la populista bandera del “América primero” que fue eje central de su campaña y una de las claves de su victoria. Con una empresa de manufactura de herramientas elegida como escenario en Wisconsin (un estado seriamente afectado por la desindustrialización y que consiguió recuperar para los republicanos), Trump firma este martes una orden ejecutiva que pretende tanto limitar la contratación de extranjeros como promover los contratos federales con empresas estadounidenses.

En la diana de la Administración están programas de visados como los H-1B, que usa el sector tecnológico para contratar a talentos extranjeros y por el que el año pasado, con un sistema de lotería, entraron a EEUU 85.000 personas (65.000 trabajadores y 20.000 estudiantes). Y aunque la orden no llega tan lejos como hizo Trump cuando buscaba votos, que fue cuando prometió eliminar esos visados, ha ordenado una revisión del programa a los Departamentos de Empleo, Justicia, Seguridad Nacional y Secretaría de Estado. Una vez que esté concluida la revisión, en 220 días, y si el Congreso colabora, el programa puede quedar transformado radicalmente, una perspectiva que alarma a Silicon Valley, núcleo del sector tecnológico.

El argumento de la Administración es que se está abusando de ese programa, no solo contratando extranjeros para puestos que podrían ocupar estadounidenses sino también rebajando los salarios. De hecho, fuentes del Gobierno aseguraron en una conferencia informativa el lunes que el 80% de quienes llegan a EEUU con esos visados cobran menos que el salario medio en sus campos.

REFORMA MIGRATORIA

La revisión no se puede aislar de toda la reforma migratoria prometida por Trump, que ha intensificado la persecución y deportación de inmigrantes sin papeles, en su abrumadora mayoría hispanos, y ha intentado vetar la entrada de inmigrantes y refugiados de países mayoritariamente musulmanes (aunque ese último esfuerzo está frenado por los tribunales). Y en la conferencia del lunes las fuentes gubernamentales aseguraron que la última orden ejecutiva representa “un paso transicional hacia un sistema de inmigración más basado en méritos y talento”.

La directiva de Trump también insta al Departamento de Comercio a revisar políticas y acuerdos comerciales con otros países que, según la Administración, han estado socavando el principio de dar prioridad a las empresas nacionales en los contratos federales. “Compra americano, contrata americano” es el mensaje, aunque a varias de las empresas privadas de los Trump no parece haberles llegado aún. 

La reforma fiscal, en apuros por el blindaje de Trump a sus impuestos

La negativa del presidente a hacer públicas sus declaraciones de impuestos está movilizando a los demócratas en el Congreso, que están uniéndose en la promesa de no cooperar en la revisión fiscal hasta que sepan específicamente como beneficiaría a Trump y a su familia. Y hasta algunos republicanos (más de una docena ya) ahora dicen que debería publicar sus cuentas.