EN JERUSALÉN

La tumba de Jesucristo restaurada luce en la iglesia del Santo Sepulcro

El lugar más sagrado del Cristianismo ha sido recuperado tras diez meses de rehabilitación

Varias personas visitan la tumba de Jesucristo en la iglesia del Santo Sepulcro, en la Ciudad Vieja de Jerusalén, el 21 de marzo. / EFE / ABIR SULTAN

El custodio de la llave que abre y cierra la iglesia del Santo Sepulcro, en la Ciudad Vieja de Jerusalén, se la ha entregado hoy al guarda del edificio con emoción. Las puertas de este lugar sagrado situado en territorio palestino ocupado por Israel se han abierto para que el público viera por primera vez la nueva cara del Edículo, la capilla que alberga la tumba donde la mayoría de confesiones cristianas cree que fue enterrado Jesucristo, tras nueve meses de trabajos de restauración.

“Esto es más que increíble, estoy muy contento al ver a los patriarcas (de iglesias cristianas) delante de la puerta, dándose la mano”, comenta a este diario Adeeb Jawad Joudeh Al Husseini, cuya familia, musulmana, custodia la llave del Santo Sepulcro desde el año 1187.

MAJESTUOSO Y BRILLANTE

Las autoridades eclesiásticas de Jerusalén se han congregado hoy en el Santo Sepulcro para inaugurar el Edículo renovado, que muestra el color original de su mármol rosado y unas inscripciones antes casi imperceptibles. El humo de las velas que se encendían alrededor de sus paredes, el paso del tiempo y de millones de peregrinos lo habían convertido en una figura lúgubre y tenebrosa. Ahora aparece majestuoso y brillante gracias a la limpieza y restauración que le han aplicado expertos de la Universidad Politécnica Nacional de Atenas y a una nueva iluminación.

“Se pueden ver el color y la textura, las inscripciones, los frescos. Antes, este monumento era negro, este es su color actual, el color de la esperanza”, ha afirmado Antonia Moropoulou, directora de las obras de la primera restauración completa que se ha llevado a cabo en el Edículo desde 1810.

La capilla necesitaba un refuerzo estructural, la reparación del armazón, las grietas y las filtraciones de agua subterráneas. La cúpula se ha coronado con una cruz greco-ortodoxa que incluía el proyecto original del Edículo y se ha abierto una ventana en la pared de la tumba de Jesucristo que permite a los visitantes ver la piedra original del interior. 

TRES MILLONES DE EUROS

Durante las obras, presupuestadas en tres millones de euros, se abrió el sepulcro de forma completa por primera vez desde 1555. Las donaciones han permitido recaudar casi seis millones de euros que podrían utilizarse para restaurar otras partes de la iglesia. Para ello es necesario un nuevo acuerdo de las tres confesiones cristianas que custodian el lugar: ortodoxos griegos, católicos romanos y armenios ortodoxos, cuyos dirigentes pactaron la restauración del Edículo.

“Si estamos aquí es porque las diferentes iglesias y sus líderes han sido capaces, con la ayuda de Dios, de cambiar sus visiones, comprender y aceptar que era tiempo de construir un nuevo modelo de relaciones basado en la confianza y el respeto”, ha afirmado en la ceremonia de inauguración del edículo el padre franciscano Pierbattista Pizzaballa, administrador apostólico del Patriarcado Latino de Jerusalén.

En el acto, al que ha asistido el primer ministro griego, Alexis Tsipras, han intervenido también el Patriarca Ortodoxo Teófilo III de Jerusalén el Patriarca Ortodoxo de Constantinopla Bartolomé I.