Alemania detiene a un niño de 12 años que planeó un atentado en nombre de Estado Islámico

El menor, de nacionalidad alemán-iraquí, colocó una bolsa con artefactos explosivos que fallaron en el mercado navideño de Ludwigshafen

La localidad de Ludwigshafen, en cuyo mercado de Navidad puso el menor detenido una bomba.  / WIKIMEDIA

Susto mayúsculo en Alemania. La policía ha detenido a un niño de 12 años que intentó perpetrar un atentado con bomba en el mercadillo de Navidad de Ludwigshafen, al oeste del país. Según la investigación revelada esta mañana por la revista Focus, las autoridades judiciales y de seguridad sostienen que el menor, de nacionalidad alemana-iraquí, fue “fuertemente radicalizado” a través de Internet e "instigado" por un "miembro desconocido" del grupo terrorista autoproclamado Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) con el que se le vincula.

El pasado lunes 5 de diciembre este chico nacido en la misma Ludwigshafen en el año 2004 se desplazó al mercadillo navideño del centro de la ciudad y depositó una mochila llena de artefactos inflamables fabricados manualmente entre unos arbustos cerca del Ayuntamiento. La investigación apunta a que el explosivo no estalló a causa de un fallo en el detonador y a que, gracias al aviso de un transeúnte que vio el paquete sospechoso, la policía pudo llegar al lugar de los hechos y controlar la situación. Además, el menor también habría colocado un frasco de vidrio lleno de clavos para que actuasen como metralla en el momento de la explosión para causar un impacto aún mayor. Un sanguinario plan difícil de asociar a una mente de tan sólo 12 años.

SEGUNDO INTENTO TERRORISTA

El departamento policial del Estado de Renania-Palatinado ha añadido que el menor ya había intentado perpetrar un ataque de estas características el pasado 26 de noviembre, cuando planeó dejar un paquete lleno de pólvora en el mercado pero no llegó a llevarlo a cabo. Según ha añadido la SWR, la radio y televisión pública del suroeste de Alemania, el niño habría recibido consignas de supuestos seguidores de Estado Islámico a través de la red Telegram. Otras informaciones apuntan a que ya durante el pasado verano el detenido habría decidido viajar a Siria para unirse a las filas del grupo yihadista, que a pesar de la derrota en Alepo ha vuelto a ganar fuerza en zonas anteriormente perdidas como la histórica Palmira.

Tras detectarse la alarma el niño fue retenido por la policía y entregado a la oficina de menores bajo el consentimiento de sus padres. Más tarde, la investigación concluyó que los artefactos explosivos situados dentro de la mochila habrían sido fabricados por el propio menor utilizando material más común como fuegos artificiales y velas y aseguró que se trataba de un paquete inflamable y no de explosión.

Actualmente el niño se encuentra detenido en un centro para menores mientras la Fiscalía de Karlsruhe, en Alemania, ha abierto una investigación por el delito de “violencia subversiva grave” aunque ha remarcado que de momento no se dispone de más información sobre los hechos.

Terroristas menores de edad

La semana pasada la policía ya detuvo a otros dos jóvenes de 15 y 17 años de edad que planeaban un ataque con motivaciones extremistas de carácter religioso contra las instituciones públicas de Aschaffenburg, una pequeña localidad de Baviera. Pero sin duda el caso reciente más grave ocurrió el pasado 19 de julio cuando un refugiado afgano de 17 años hirió a varias personas después de abalanzarse con un hacha contra los pasajeros de un tren regional en Würzburg. El caso, que conmocionó al país en una semana especialmente trágica por los ataques perpetrados por lobos solitarios, fue reivindicado por Estado Islámico.