Los 27 jefes de Estado y de Gobierno de la UE –todos salvo el Reino Unido- ya tienen claros los pasos que darán tan pronto como la primera ministra británica, Theresa May, active oficialmente el brexit –el artículo 50 del Tratado- a finales de marzo. Ninguna capital europea quiere perder ni un minuto y la última cumbre del año ha servido para pactar la hoja de ruta, hacer frente común contra el Reino Unido y escenificar el aislamiento que vive y vivirá Londres.
Ha sido durante una discusión "breve" de los 27 tras el Consejo Europeo celebrado en Bruselas. El tercer encuentro sin un británico en la sala. El primero fue el 29 de junio tras el referéndum del brexit, y con David Cameron en Downing street. La segunda, en septiembre, coincidiendo con la cumbre de Bratislava. May reacionó entonces con profundo malestar. Ante la tercera, este jueves, la premier británica ha optado por tragarse el sapo. “Está bien que los demás líderes se preparen para las negociaciones del brexit. Nosotros también lo hemos hecho. Vamos a dejar la UE y queremos que ese proceso sea tan ordenado y tranquilo como sea posible”, ha explicado la británica.
Los dirigentes europeos son muy conscientes de la soledad que le espera a la conservadora británica, palpable hoy en el Consejo. “Entiendo lo difícil que será para Theresa May negociar porque tendrá que hacerlo contra 27”, ha admitido la presidenta de Lituania, Dalia Gribauskaite. La prioridad es mantener una frente sin fisuras. “Estamos determinados a que la Unión tenga éxito”, subraya la declaración aprobada. “Tenemos la intención de conducir las negociaciones de salida en un espíritu de confianza y unidad mutua”, añade.
Las líneas rojas no han cambiado: no habrá negociación sin una notificación oficial de Londres y cualquier acuerdo posterior tendrá que mantener el equilibrio entre derechos y obligaciones. Es decir, si quieren acceso al mercado interior, tendrán que respetar las cuatro libertades fundamentales en las que está basado.
¿CÓMO SERÁ EL PROCESO?
Pero en cuanto Londres apriete el botón, los 27 estarán preparados y con una hoja de ruta definida. Lo primero será que los líderes de los 27 establecezcan las directrices del marco negociador y fijen la posición de la UE en un proceso en el que mantendrán el control absoluto y que podrán enmendar “permanentemente”. Tras este paso será el Consejo de Asuntos Generales –donde se sientan los responsables de asuntos europeos- quien autorizará, tras la recomendación de la Comisión, la apertura de negociaciones y quien seguirá el divorcio. La persona encargada de dirigir el equipo de la UE será el negociador de la Comisión Europea, Michel Barnier.
Las claves de la noticia
- Acuerdo con Ucrania 1 Holanda rechazó en un referéndum (no vinculante) el pacto de asociación con Ucrania por temor a que lleve a la adhesión y obligue a dar apoyo financiero o militar. Los 28 han pactado una fórmula para ayudar a La Haya a aprobarlo.
- Repatriaciones desde Libia 2 Pese a la polémica que genera el pacto migratorio con Turquía, los 28 reiteran su compromiso a aplicarlo y abogan por adoptar iniciativas para fomentar los retornos voluntarios desde Libia a los inmigrantes atrapados allí.
- Sanciones a Rusia 3 La UE prorrogará seis meses más las sanciones económicas contra Moscú, que vencían el 31 de enero, porque consideran que Rusia sigue sin implementar los acuerdos de paz de Minsk. Esperan poder completar el proceso para Navidad.
- Condena al asalto de Alepo 4 Los 28 condenan el asalto de Alepo por parte del régimen sirio y sus aliados, especialmente Rusia aunque pasan de largo sobre las sanciones. Sï reiteran que “todas las opciones están sobre la mesa” y piden corredores humanitarios.
El político francés no podrá actuar por libre. La declaración señala que, “para que haya transparencia y confianza”, tendrá que integrar a un representante de la presidencia y al negociador nombrado por Tusk e informar con regularidad a los 27. El Consejo creará, además, un grupo de trabajo encargado de hacer el seguimiento y el sistema garantizará que nadie se sale del guión. Ningún representante británico podrá participar en las discusiones y el papel del Parlamento Europeo, pese al enfado de sus dirigentes, será menor. Barnier mantendrá informada a la Eurocámara de forma “estrecha y regular” y su negociador técnico será finalmente invitado pero a participar pero solo en las reuniones preparatorias. Un elemento incluido a última hora.
“Si nuestra participación no es la adecuada, cabe la posibilidad de que no podamos dar nuestra aprobación”, amenazó este jueves el presidente del Parlamento, Martin Schulz. Tusk se defiende: "Nuestra intención desde el principio ha sido tener la mejor cooperación posible. Quizás no sea suficiente porque nunca lo es pero espero que sea constructivo".
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